Mediante un telegrama, el pontífice condenó el "cobarde" hecho, perpetrado en la conflictiva zona este del Congo, y lo caratuló como un "acto de odio ciego".
Francisco recordó al cardenal colombiano, que fue arzobispo de Bogotá durante muchos años, como un "pastor abnegado" por el bien de la Iglesia.
El pontífice envió un telegrama de solidaridad y cercanía, firmado por el Card. Pietro Parolin, al presidente de la Conferencia Episcopal Regional China, John Baptist Lee Keh-Mean.
El Santo Padre condenó el atentado en una parroquia en que se estaba celebrando la misa y en el que fueron asesinadas quince personas.