En una reunión en la sede de la ONU en Ginebra, el arzobispo Ettore Balestrero advirtió nuevamente sobre la "amenaza existencial" que plantean las armas nucleares.
Se llamó de nuevo a mantener diálogos de paz, al alto al fuego en todos los frentes, la liberación inmediata de los rehenes israelíes y la entrega sin obstáculos de ayuda humanitaria a los palestinos.
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra afirmó que el nuevo tratado internacional representa un paso importante hacia un sistema "dinámico y con visión de futuro".
El observador permanente de la Santa Sede, exhortó a hacer esfuerzos "para apoyar, en lugar de imponer" y brindar a África la libertad de aplicar políticas para el desarrollo humano integral.