No se permiten celebraciones mixtas entre extranjeros y chinos, e incluso se establece el número de libros que se pueden ingresar del exterior "para uso personal".
Fue tras archivar un proyecto de ley que prohibía a iglesias realizar expresiones políticas durante sus actividades religiosas. La iniciativa preveía sanciones que iban hasta la disolución.
El primer ministro interino, Mohamed al Bashir, había anunciado como días "festivos públicos" el 25 y el 26, después de las protestas de cristianos por la quema de un árbol de Navidad.
Diferentes confesiones religiosas presentes en España se oponen a la derogación del delito contra los sentimientos religiosos