Jueves 14 de agosto de 2025

Régimen nicaragüense expropia colegio de las Hermanas Josefinas

  • 14 de agosto, 2025
  • Managua (Nicaragua) (AICA)
El antiguo colegio San José, en Jinotepe, pertenece ahora al Estado con el nombre de centro educativo ´Bismarck Martínez´, un militante sandinista asesinado en las protestas.
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La copresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, informó que el martes 12 de agosto, expropiaron un colegio que pertenecía a las religiosas de la Congregación Hermanas Josefinas, donde, según dijo, se "torturó y asesinó a compañeros" sandinistas en el marco de las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en abril de 2018.

Murillo, designada copresidenta por una reforma constitucional y esposa del también copresidente Daniel Ortega, dijo a través de medios oficiales que el antiguo colegio San José, ubicado en la ciudad de Jinotepe, departamento (provincia) de Carazo (Pacífico), pertenece ahora al Estado con el nombre de centro educativo 'Bismarck Martínez', en honor a un militante sandinista asesinado en el marco de esas protestas, y al que tildó de "símbolo de paz y victorias".

"Tenemos un nuevo centro educativo. Esto es un logro de la paz, de la paz que vivimos, que resguardamos, la paz que merecemos", celebró Murillo.

"El golpismo -como el Gobierno de Ortega y Murillo se refiere a los que se manifestaron en su contra- durante la nefasta y la criminal ocupación de la ciudad de Jinotepe, torturó y asesinó a compañeros y compañeras" en ese colegio, afirmó la dignataria.

"¿Dónde ocurrían esos crímenes? En el colegio San José, desgraciadamente", continuó Murillo, sin ofrecer pruebas ni testimonios de supuestas víctimas.

Llevará nombre de militante sandinista
La esposa de Ortega explicó que el colegio San José, con más de 40 años de trayectoria, que pertenecía y estaba a cargo de las hermanas de la Congregación Josefinas, "ha sido trasladado al Estado por ser un emblema de la barbarie, pero al mismo tiempo de la lucha digna y victoriosa, en este caso de las familias de Jinotepe que vencimos el golpismo".

Recalcó que "ese centro de torturas, de crímenes y de odio, que se llamaba colegio San José, llevará el nombre, ya en manos del Estado nicaragüense, del héroe, del mártir, compañero Bismarck Martínez".

Murillo sostuvo que Martínez fue torturado en el colegio San José, donde, dijo, "operaban los golpistas" y de allí se "lo llevaron a asesinarlo en los predios aledaños".

"¡Qué terrible!, pero bueno, en estos tiempos de victorias de la paz, ese lugar será conocido con el nombre del mártir Bismarck Martínez, emblemático compañero que cuyo asesinato conmovió a todo el país", añadió.

Aseguró que se están realizando trabajos de mantenimiento en ese centro educativo "para poderlo reinstalar ya con el nombre de Bismarck, la próxima semana".

"Los estudiantes de los distintos años, son como 600 estudiantes desde jardín de infantes hasta el último año de secundaria, van a ser cubiertos por la política de gratuidad en la educación del Gobierno", agregó.

Ese colegio no es el primero que pertenece a una orden religiosa o a la Iglesia católica, que es expropiado por el Estado de Nicaragua.

"Una infamia para la libertad religiosa"
Martha Patricia Molina, investigadora y autora del informe "Nicaragua: Una Iglesia perseguida", que en su última edición consigan casi 1.000 ataques de la dictadura contra la Iglesia católica desde 2018, dijo que el 12 de agosto es una "fecha que quedará marcada como un día de infamia para la libertad religiosa de Nicaragua".

"La dictadura, una vez más, ha ejecutado un fuerte golpe a la Iglesia católica al confiscar el colegio San José de las monjitas josefinas", que desde la década de 1980 dio una buena educación a muchos nicaragüenses.

"La confiscación repercutirá negativamente en los niños y jóvenes que recibían una educación de calidad y ahora serán adoctrinados por la dictadura Ortega-Murillo. Además de confiscar la propiedad de las monjitas, la co-dictadora Rosario Murillo les llama asesinas y torturadoras", lamentó Molina.

Sin embargo, precisó la investigadora, "todos sabemos que las hermanas josefinas desde que se establecieron en Nicaragua en febrero de 1915 han educado a niños y niñas en valores cristianos y humanista sustentado en el amor al prójimo y la práctica de la caridad".

Los padres no quieren "adoctrinamiento de una dictadura"
Los padres de familia, que tendrán un colegio distinto en su forma a partir del lunes 18 de agosto, con un nuevo director afín a la dictadura, expresaron su preocupación por el futuro de sus hijos.

Una madre, identificada como Cecilia, dijo al diario Confidencial que "es lamentable este robo descarado del colegio donde estudiamos generaciones de profesionales y al que acusan de crímenes inventados, donde lo único que hicieron las monjas fue atender heridos y refugiar a población frente a las balas y la terrible represión durante 2018".

Sobre lo que ocurrirá con su hija, la mujer fue clara: "No quiero que termine en un colegio donde lo único que habrá es adoctrinamiento de una dictadura".

Por su parte otro padre, identificado sólo como Santiago, dijo estar "mal y triste" y con "una ira profunda, pues están dañando lo poco que quedaba de la educación privada de calidad".+