Ante los recientes crímenes, entre ellos el alcalde de Uruapan, el episcopado mexicano insistió en "combatir con determinación la causa de todos estos asesinatos".
El Card. Orani João Tempesta llamó a la reconciliación y a la oración, tras el operativo a gran escala contra una banda de narcotraficantes, que dejó más de un centenar de muertos.
Con un contundente rechazo a los excesos, los obispos recordaron que "la violencia destruye la convivencia, debilita la democracia y lastima el alma del pueblo".
El episcopado ecuatoriano condenó los recientes episodios de violencia durante las protestas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas. La comitiva presidencia fue atacada.