Implora a la comunidad internacional que aproveche su influencia para "poner fin rápidamente a la guerra y se esfuerce por encontrar una solución justa para todas las partes implicadas".
Francisco lamenta el ataque al hospital anglicano y a la iglesia ortodoxa, ubicados en Gaza: "¡Hermanos, deténganse!", exhortó.
Los heridos fueron acogidos en la parroquia católica de la Sagrada Familia, ubicada en la misma ciudad. Así, otras 500 personas se refugiaron en esa iglesia latina.
Las organizaciones de Cáritas condenaron enérgicamente "ataques arbitrarios y deliberados contra civiles y contra infraestructuras civiles y religiosas".