Es el padre Carlos Saúl Jaimes Guerrero, que fue secuestrado el 17 de junio en una zona rural del municipio de Viotá, en el Departamento de Cundinamarca. Está en buen estado de salud.
"Teniendo a Dios en medio, la ciudad no vacilará", escribió el Santo Padre sumándose a la "gozosa conmemoración" de la fundación hispánica de la ciudad colombiana en 1525.
Los obispos expresaron su consternación tras el descubrimiento de una fosa común con los cuerpos sin vida de ocho líderes sociales y religiosos enterrados en el departamento del Guaviare.
En la catedral primada de Bogotá, presidida por el presidente del episcopado, incluirá una oración especial por el perdón, la reconciliación y la paz.