Jueves 28 de marzo de 2024

Cada vez hay más vocaciones religiosas femeninas

  • 18 de octubre, 2018
  • Lviv (Ucrania)
Después de casi diez años de su fundación en Ucrania, la nueva realidad de las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, un instituto femenino de vida consagrada nacido en la Argentina hace 20 años, sigue creciendo en esta tierra de fe martirial y cuenta con numerosas vocaciones locales. Actualmente son 55 las hermanas ucranianas pertenecientes a la familia religiosa del Verbo Encarnado.
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Después de casi diez años de su fundación en Ucrania, la nueva realidad de las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, un instituto femenino de vida consagrada nacido en la Argentina hace 20 años, sigue creciendo en esta tierra de fe martirial y cuenta con numerosas vocaciones locales. Actualmente son 55 las hermanas ucranianas pertenecientes a la rama femenina de la familia religiosa del Verbo Encarnado.

Si bien el Instituto comenzó en donde el rito romano es predominante, sin embargo desde el inicio el fundador manifestó su deseo de tener una rama oriental. Este deseo de ayudar a las iglesias orientales se concretó poco después de la fundación, pues en 1999 llegaron a Ucrania las primeras Servidoras, que siguiendo su propio carisma asumieron como propio el rito bizantino-ucraniano, tan rico y vivo en su liturgia y en sus tradiciones.

Junto con los sacerdotes del Instituto del Verbo Encarnado, trabajan en Ucrania en la promoción y formación de vocaciones, en la catequesis parroquial (de niños, adolescentes, jóvenes y adultos), en las escuelas, en las obras de misericordia, en los medios de comunicación, en la predicación de ejercicios espirituales, las misiones populares.

El Instituto cuenta en este momento con 816 hermanas en 102 casas presentes en 27 países del mundo y 44 diócesis. De estas casas 6 son monasterios contemplativos y cada uno de ellos reza por una intención especial: Por la paz, en el de la Argentina; por la vida consagrada, en Perú; por la unidad de la Iglesia, en Italia (Pontinia); otro monasterio en Italia reza por los sacerdotes (Velletri); para reparar las ofensas que se comenten contra la Eucaristía y por la dignidad del hombre, en Holanda; y por el pueblo judío en el monasterio de los Estados Unidos. Se está preparando la fundación de un monasterio contemplativo en Ucrania, que será el primero de la congregación de rito bizantino.

En este momento el Instituto cuenta con 2 casas de formación: el Noviciado, en la ciudad de Ivano-Frankivsk, con 11 novicias y 5 postulantes, y el Aspirantado con 5 aspirantes. A casi diez años de la fundación hay 55 hermanas ucranianas. La evangelización en Ucrania se está realizando prácticamente con vocaciones locales, lo cual es una ventaja porque lo pueden hacer en su propio rito.

También hay Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará ucranianas que están evangelizando en los países de la ex Unión Soviética donde la lengua y la cultura les son en cierto modo cercanas. Desde Ucrania se enviaron hermanas a las ciudades rusas de Kazán, Ulianovsk y Omsk y también a Tayikistán. En Siberia, en la ciudad de Omsk hay una comunidad de hermanas ucranianas trabajando con los católicos de rito bizantino y ayudan también en las parroquias de rito romano.

Lo mismo sucede en Egipto, donde las vocaciones del lugar (de rito copto) son un gran apoyo para afianzar el trabajo en ese mismo país y en otros lugares de lengua árabe como Túnez, Tierra Santa, Jordania y Siria.

El instituto tiene en Ucrania una tercera casa. Es el Hogar San Nicolás, en la ciudad de Ivano Frankivsk. Este Hogar es en Ucrania el comienzo del gran proyecto de la Ciudad de la Caridad, proyecto que está en diversas jurisdicciones del Instituto, (Argentina, Perú, Egipto, Ecuador). Es una idea del fundador que quiso que se realizaran las distintas obras de caridad con los más necesitados, abarcando de este modo todas las obras de misericordia tanto corporales como espirituales. El trabajo en el Hogar consiste en crear un ambiente de familia, para ofrecerles precisamente lo que ellos no tienen. Porque sólo el amor cura las heridas de la vida. Hay cuatro grandes grupos: Las mamás solteras con sus bebés; los bebés y niños en edad preescolar (sin mamás); los niños en edad escolar y las jóvenes, (huérfanos o de familias con problemas); las señoras mayores enfermas mentales o con alguna discapacidad física.+