Sábado 17 de mayo de 2025

La misa de inicio del pontificado de León XIV, cargada de simbolismos

  • 17 de mayo, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Uno de los momentos más importantes será cuando se le impongan a León XIV las insignias episcopales petrinas: el palio y el Anillo del Pescador.
Doná a AICA.org

La celebración que marca el inicio oficial del pontificado del papa León XIV el 18 de mayo es una liturgia solemne. El rito resalta el vínculo con el apóstol Pedro y su martirio, que nutrió la naciente Iglesia de Roma, y la importancia de las insignias episcopales petrinas conferidas al Papa: el Palio y el Anillo del Pescador.

Según explicó la Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, el rito por el que se celebrará esta misa tiene diversos momentos de especial simbolismo. 

La ceremonia de inicio del pontificado de León XIV comenzará dentro de la basílica vaticana, donde el Papa rezará e incensará la tumba de San Pedro. Después, en procesión y acompañado por los patriarcas de las Iglesias Orientales, se dirigirá hacia el altar de la celebración situado en la plaza de San Pedro, donde también se colocará la imagen de la Virgen del Buen Consejo proveniente del santuario mariano de Genazzano. Un lugar que León XIV visitó hace tan solo unos días en su primera salida fuera del Vaticano y al que acudió para "pedir sabiduría".

El recorrido de salida de la Basílica está acompañado por el sonido de las 'Laudes Regiae' (alabanza al rey, en honor a Cristo), en las que se invocan varios santos, en particular aquellos que fueron Papas.

Los presentes rezan para que "León, Romano Pontífice, una a todos los pueblos mediante la doctrina y la caridad".

"Oh Dios, que en el designio de tu sabiduría edificaste tu Iglesia sobre la roca de Pedro, cabeza del colegio apostólico, mira benignamente a mí, tu siervo: tú que me elegiste como sucesor de Pedro, concédeme hacer visible a tu pueblo el principio y el fundamento de la unidad en la fe y de la comunión en la caridad", reza el mismo Papa.

La misa del "inicio del ministerio petrino del Obispo de Roma" es concelebrada por los cardenales y patriarcas orientales presentes en el Vaticano.

Antes de la homilía, el Papa recibe el palio de manos de uno de los representantes de los cardenales de la orden de los diáconos.

Cada cardenal está inscrito en un orden específico (episcopal, presbiteral o diaconal), siguiendo una tradición que se remonta a los tiempos de las primeras comunidades cristianas en Roma, cuando los cardenales eran obispos de las iglesias creadas alrededor de la ciudad (suburbicarios) o representaban a los párrocos y diáconos de las iglesias locales.

Uno de los cardenales de la orden de sacerdotes dice la oración por el nuevo Papa y luego un representante de los cardenales de la orden de obispos coloca el anillo en la mano derecha del nuevo Papa.

El Palio
El Departamento de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice difundió las imágenes del palio, "símbolo del obispo como buen pastor y, al mismo tiempo, del Cordero crucificado para la salvación de la humanidad", que es utilizado por los obispos de Roma desde el siglo IV. Se coloca sobre los hombros, encima de la casulla como prenda litúrgica y hace referencia al Buen Pastor que coloca sobre sus hombros a la oveja perdida. 


León XIV optó por mantener las insignias litúrgicas de honor y jurisdicción utilizadas por Francisco, las mismas que utilizan los arzobispos metropolitanos de todo el mundo -una faja de lana blanca y seda negra, con seis cruces- y volverá a utilizar los tres clavos, en tres cruces concretas, que evocan la crucifixión de Jesús.

El anillo del pescador
El anillo del pescador (anulus piscatoris) forma parte de las insignias oficiales del Papa, como sucesor del apóstol Pedro, un pescador de Galilea.

Es un anillo-sello cuyo nombre hace referencia a la vocación de Pedro antes de su convertirse en el primer Papa. El decano del colegio cardenalicio, el cardenal Battista Re, será el responsable de colocarlo en el dedo anular de la mano derecha de pontífice.  


Posteriormente se llevará a cabo el rito de la obediencia, delante de doce representantes del Pueblo de Dios y provenientes de diversas partes del mundo. Este rito dará paso a uno de los momentos más esperados, que será la homilía de León XIV. Un momento destacado porque el Santo Padre continuará esbozando las principales claves de su pontificado.  

La universalidad de la Iglesia
La celebración, en latín, incluye la proclamación del Evangelio en griego -simbolizando la universalidad de la Iglesia- y oraciones en portugués, inglés, español y árabe, entre otros idiomas.

En el Vaticano estarán presentes delegaciones de otras Iglesias y religiones cristianas, así como jefes de Estado y de Gobierno de varios países, entre ellos Portugal, con especial atención a los responsables de Italia, Estados Unidos (país natal del nuevo Papa) y Perú (donde León XIV fue misionero y obispo).

Tras recitar la oración del 'Regina Coeli' en la Plaza de San Pedro, León XIV regresa al interior de la Basílica, donde saluda a las delegaciones presentes, que se acercan a él por el pasillo central del edificio.

Pablo VI, el último en usar la tiara papal 
No todas las misas de inicio de pontificado fueron de esta manera. Uno de los símbolos que marcaron la diferencia fue el uso de la tiara papal; una mitra metálica, ceñida por tres coronas de oro y piedras preciosas. Esta se añadía a las insignias papales, junto al palio y al Anillo del Pescador. Hasta el Papa Pablo VI, su uso fue obligatorio en las ceremonias solemnes como símbolo del triple poder de los pontífices; padre de los reyes, rector del mundo y vicario de Cristo.  

Cuando finalizó el Concilio Vaticano II, en 1963, Pablo VI hizo uno de los gestos que marcarían los pontificados futuros: se despojó de la tiara papal y la depositó sobre el altar a los pies de la imagen de San Pedro con la idea de que se subastara y se donara el dinero a los pobres. Actualmente, y desde 1964, esta tiara se puede ver en la basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada en Washington.+