Martes 1 de julio de 2025

Mons. Carrara y Mons. Martín compartieron sus vivencias tras recibir el palio

  • 1 de julio, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de La Plata y el arzobispo electo de Paraná dialogaron con Caminos de Encuentro, programa del Episcopado que se emite por Radio María.
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El arzobispo de La Plata, monseñor Gustavo Carrara, y el arzobispo electo de Paraná, monseñor Raúl Martín, comentaron cómo vivieron el viaje a Roma para recibir el palio arzobispal de manos de papa León XIV.

En diálogo con Caminos de Encuentro, programa de la Oficina de Comunicación y Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y que es transmitido por Radio María, monseñor Carrara, presidente de Cáritas Argentina, recordó que al llegar a la Ciudad Eterna "tuve la gracia de ir a la basílica Santa María la Mayor donde descansa el papa Francisco. Estuve allí rezando y también asombrado por la cantidad de peregrinos que van a visitarlo y a rezar en Santa María".

En este marco, recordó que el domingo 29 de junio, solemnidad de san Pedro y san Pablo, "recibí el palio arzobispal, un instrumento, una vestidura litúrgica que se pone sobre los hombros del obispo. Significa que el obispo, como pastor, toma sobre sus hombros a las ovejas, al pueblo fiel de Dios, y lo acompaña de cerca, cuidando especialmente a las personas más frágiles".

"Tuve la gracia de conocer en ese momento de modo personal al papa León XIV. Él me impuso el palio y después de la misa se sacó una foto con todos los obispos que recibimos el palio. Lo pude saludar, llevar el saludo de la arquidiócesis de La Plata y conversar con él", indicó.

"La verdad -continuó- que es una fiesta, la de san Pedro y san Pablo, muy emocionante. Es una fiesta que hace a nuestro ser de iglesia. Pedro y Pablo por distintos caminos anunciaron la alegría del Evangelio y los unió el martirio, el dar la vida por Jesús acá en Roma. Quería contarles esta vivencia, saludarlos".

La vitalidad de la Iglesia
Por su parte, monseñor Martín manifestó: "No pude separar ese momento de todo el viaje, contando que el viaje fue apenas de dos días y medio. Llegué a Roma y fui directamente a Santa María Mayor. Emocionante pasar por la Puerta Santa, por la Puerta Jubilar. Rezar junto a la tumba de Francisco, poder dar gracias, pedir, poder confesarme y celebrar también la Eucaristía en un templo lleno de gente, lleno de turistas y fieles", dijo.

Y subrayó: "El domingo fue un día de alegría. Impensable para mí estar en esta Eucaristía recibiendo el palio de manos del papa León; y diría tres palabras sencillas: la vitalidad de la Iglesia. Roma está desbordante de gente, fieles, turistas, confesionarios con fila del jóvenes y mayores. Una sorpresa para mí cuando tantas veces pareciera que la religión o el catolicismo está bajoneado, como diríamos".

"La segunda palabra, la diversidad. Los arzobispos, que éramos 54, de muchos países, lenguas, rostros y culturas diferentes. Sin embargo, y, sería la tercera palabra: la comunión. A pesar de la diversidad, nos sentíamos en casa, nos sabíamos familia, invitados por el Papa, a comprometernos para acrecentar esta comunión de todos nuestros pueblos. Una celebración emocionante donde la oración expresaba nuestra vida y la vida de la Iglesia. Dios los bendiga", finalizó.+