Mons. Chaparro: "Virgen de las Nieves, aquí estamos tus hijos"

Una multitud de fieles participó de la peregrinación anual

La comunidad diocesana de San Carlos de Bariloche peregrinó el domingo 3 de noviembre a la gruta de la Virgen de las Nieves, patrona de la diócesis.

La misa central estuvo presidida por el obispo diocesano, monseñor Juan José Chaparro CMF, quien en su homilía destacó el lugar que ocupa la Virgen patrona en la vida de los fieles barilochenses: “Nos acompaña en estos lugares de frío y nieve, de caminos a veces difíciles, de tiempos largos y preñados de espera para el encuentro de la familia y los amigos, de trabajo arduo para los que luchan día a día en el campo y la ciudad, y también muchas veces a pesar del trabajo, el dolor del pan que no alcanza”, afirmó.

“Estos son nuestros lugares, lugar donde somos devotos de Nuestra Señora de las Nieves. Lugar bendito por la presencia de la Virgen Santísima, que como Madre siempre nos espera, solos o acompañados de nuestros amigos y hermanos, de la familia y de la comunidad, y por eso decimos: Virgen de las Nieves, aquí estamos tus hijos”, señaló.

El obispo recordó que desde el inicio de la vida de nuestro Señor, “ella escuchó la palabra Dios y le dijo: ‘Yo soy tu servidora’, se abrió a los proyectos de Dios, y pudo acunar en su seno al Hijo de Dios”.

Pero su presencia no terminó ahí, advirtió el prelado, “siguió acompañando a los apóstoles, a todos y a cada uno, como a nosotros que, congregados aquí, venimos a la Virgen y ella conoce el corazón de cada uno, para alentarnos, para animarnos, para darnos su amor”.

“Ciertamente para nosotros, que somos un pueblo profundamente mariano, devoto de la Virgen, es una gracia y una bendición”, consideró, recordando que el centro de la fe del pueblo “es Jesucristo, el Señor, el único salvador. En él está nuestra vida y nuestra salvación”, sostuvo.

“Vivimos momentos difíciles”, reconoció monseñor Chaparro y animó, sobre todo en este día, que el lema es ‘María, ayúdanos a vivir en paz y en unidad’, a pedir “para nuestras familias en primer lugar, para nuestras comunidades, para nuestro pueblo, tan necesitado de respeto”, la presencia de Dios. “Tenemos necesidad de esta presencia de Dios y lo pedimos a la Virgen santísima. También pedimos ayuda por nuestros hermanos que pasan dificultades”, rezó.

“No podemos esperar un país nuevo sólo de algunas personas”, alertó el obispo, animando a “vivir de una manera nueva, cada uno de nosotros, nuestras comunidades”.

“Tenemos que pedir a Dios que nos ilumine, porque nadie tiene la receta de lo que tenemos que hacer cada uno: cómo ser madre en mi familia, cómo ser pastor, cómo ser educador, cómo ser político, cómo ser docente”, reconoció. “Obviamente todos tenemos una responsabilidad, aunque unos más que otros, y no nos podemos tirar abajo, no podemos dejarnos llenar de desesperanza”, consideró, animando a poner nuestra esperanza en Dios.

“María, Virgen de las Nieves, ayúdanos a ser familia, ayúdanos a que vivamos en paz, ayúdanos a que vivamos en unidad”, concluyó.+