Mons. Fernández en la fiesta del Rosario: 'El cuidado es propio de la madre'
- 8 de octubre, 2025
- Río Blanco (Jujuy) (AICA)
En la fiesta de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, patrona de Jujuy, el obispo destacó el valor del cuidado y la fe de María, ante miles de fieles que acudieron al santuario provincial.
El pueblo de Jujuy honra año tras año en octubre a la Virgen del Rosario del Río Blanco y Paypaya, tras peregrinar desde distintos puntos de la provincia al santuario de la Santísima Virgen para renovar su promesa de fe, una expresión viva de piedad popular en el norte de la Argentina.
Al santuario de Río Blanco, considerado el lugar donde comenzó su devoción durante la evangelización del pueblo originario Paypaya, acudieron este martes miles de fieles, provenientes de la zona y de ciudades y pueblos fronterizos con Bolivia, para rendir homenaje y venerar a la "mamita del pueblo jujeño" en su día. Testimonios de fe y esperanza marcaron una jornada en la que la devoción se vivió con intensidad y en familia.
Durante la celebración, la imagen de la Virgen fue trasladada en procesión desde la capital provincial hasta el santuario de Río Blanco. El obispo de Jujuy, monseñor Daniel Fernández, presidió la misa central, acompañado por sacerdotes de toda la provincia. Participaron, con banderas de ceremonia, colegios católicos y comunidades parroquiales. El intendente de Palpalá, Rubén Eduardo Rivarola, también acompañó a la feligresía en esta jornada especial.
En su homilía, el prelado citó las palabras de María: "El Señor miró la pequeñez de su servidora y en adelante todas las generaciones me llamarán feliz" y reflexionó: "El cántico de María es expresión del júbilo por la salvación. Jubileo que estamos viviendo en el año de la esperanza. Arranca en el antiguo testamento, pero se hace realidad salvadora el día que María le dice 'sí' al ángel y concibe en su seno al Hijo de Dios. Ahí se da el júbilo más grande, porque Dios miró también nuestra pequeñez, nuestra vida sencilla, pobre, humilde, tantas veces sufrida, y se acordó de su promesa y de su fidelidad, de no soltarle la mano al hijo que somos cada uno de nosotros".
"María acepta recibir a Aquel que trae la buena noticia de nuestra salvación. Y a partir de ese sí, el camino de María que recuerda la Iglesia en su advocación del Rosario va transitando los momentos más importantes de la vida de Jesús y va mostrándonos la colaboración directa de su Madre", consideró.
Monseñor Fernández también destacó que "la función de María, entre tantas otras, fue cuidar. El cuidado del Niño que llevaba en su seno, que tuvo que protegerlo de las acechanzas de Herodes, el cuidado de Jesús estando cerca en todo momento y recibiendo en la cruz el testamento de ser madre nuestra también".
"Así nos recibe a todos nosotros para cuidarnos, con esa presencia discreta, sencilla y amorosa", añadió, y reflexionó sobre el cuidado, que es propio de la madre: "Cuidado es esa mirada atenta, sobre todo a los niños, a los débiles, para que a través de nuestra atención experimenten la protección de Dios", planteó, e invitó a la comunidad a asumir el compromiso de "cuidar a nuestras familias, a nuestros hijos, nuestra provincia y nuestra patria".
María "no suelta la mano de sus hijos" y los acompaña con amor en su camino de fe, sostuvo el titular de la Iglesia jujeña. "Hemos venido a la vida por el amor del Padre Creador, para gozar de este universo inmenso y hermoso. María recibe con alegría la buena noticia de nuestra salvación y, desde entonces, su presencia amorosa acompaña cada paso de nuestras vidas, hasta llegar a la patria prometida donde Dios estará siempre con nosotros", recordó.
El obispo de Jujuy reflexionó luego sobre la realidad de tantos niños y jóvenes que atraviesan dificultades en la Argentina, y concluyó: "Que la Madre siga cuidándonos y nos ayude a cuidarnos entre nosotros".+