Mons. García Cuerva: 'Necesitamos dejarnos ayudar y sostener en los demás'
- 21 de octubre, 2025
- Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires invitó a redescubrir el valor de la oración perseverante y del acompañamiento mutuo, recordando especialmente a las madres como ejemplo de fe y esperanza.
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, reflexionó sobre la importancia de sostenernos unos a otros en la fe y de mantener viva la oración incluso en los momentos de cansancio o dificultad.
Inspirado en la primera lectura del día, el prelado evocó la imagen de Moisés quien, mientras Josué combatía a los amalecitas, permanecía en la cima del monte orando, con los brazos en alto, sostenido por Aarón y Jur.
"Todos nosotros -dijo- podemos aprender de este relato bíblico a dejarnos ayudar cuando bajamos los brazos, y también a comprometernos a sostener a quienes están en conflicto o atravesando dificultades".
Monseñor García Cuerva destacó que la oración de intercesión es una expresión concreta de fraternidad cristiana: "Cuántas veces bajamos los brazos y necesitamos que alguien nos sostenga porque no damos más. Como Moisés, debemos dejarnos ayudar y, a la vez, acompañar a quienes más lo necesitan".
"Nuestra ayuda está en el nombre del Señor"
El arzobispo recordó que "nuestra ayuda está en el nombre del Señor", citando el Salmo 120, que proclama la confianza en Dios como protector y guardián.
En ese sentido, invitó a perseverar en la oración y a hacer de la Palabra de Dios el centro de la vida espiritual: "Pablo le dice a Timoteo que permanezca fiel y perseverante; también nosotros estamos llamados a orar sin desanimarnos", señaló.
Comentando el Evangelio de la viuda insistente, el prelado explicó que "Jesús nos enseña que es necesario orar para no desanimarse".
Esa viuda -dijo- representa a todos los desprotegidos y excluidos, "a quienes nos invitan con su ejemplo a una oración insistente, perseverante y confiada".
Citando al cardenal Tolentino Mendonça, monseñor García Cuerva recordó que "la mejor oración es la que en este momento podemos hacer, aunque sea imperfecta o limitada; lo importante es no dejar de rezar".
El arzobispo también reflexionó sobre la última pregunta del Evangelio: "Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?". Y citó a san Agustín: "La fe es la fuente de la oración; no puede fluir el río cuando se seca el manantial". "Por eso -afirmó- necesitamos alimentar nuestra fe para mantener viva nuestra oración".
Reconocimiento a las madres
Al celebrarse el Día de la Madre, monseñor García Cuerva dedicó un especial reconocimiento a todas las madres, vivas y difuntas, a quienes describió como "modelo de perseverancia, de acompañamiento y de oración por los hijos".
"Las madres -añadió- nos levantan los brazos cuando no damos más; oran por nosotros, nos conocen y nos sostienen incluso cuando no nos damos cuenta".
Para cerrar su homilía, compartió el poema Consejo Maternal, de Olegario Víctor Andrade, que expresa con ternura la intuición y el amor incondicional de las madres.
"Pedimos hoy por todas las madres y especialmente a la Virgen María, para que interceda por ellas, por las que están entre nosotros y por las que ya gozan del cielo", concluyó.+