Mons. García Cuerva valoró que sigan existiendo samaritanos en la sociedad
- 15 de julio, 2025
- Buenos Aires (AICA)
"Tratan de curar no solamente las heridas físicas, sino las heridas del alma a veces ligadas a la injusticia, a la discriminación, al rechazo, a la soledad", destacó el arzobispo de Buenos Aires.
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, valoró que haya buenos samaritanos en esta sociedad en la que "todavía parece primar la cultura de la indiferencia, la cultura del descarte".
"Buenos samaritanos que quizá no son siquiera religiosos o así no se definen, pero que, sin embargo, frente al dolor del otro se conmueven. Tratan de acompañar, tratan de curar sus heridas. No solamente las heridas físicas, sino las heridas del alma", destacó.
"Las heridas del alma a veces ligadas a la injusticia, a la discriminación, al rechazo, a la soledad", puntualizó.
El arzobispo porteño pidió dar gracias a Dios por "tantos hermanos que en nuestra sociedad siguen persistiendo y creyendo que podemos vivir la cultura del encuentro. Hacernos prójimo de aquel que está sufriendo, curar sus heridas".
Tras citar la exhortación Evangelii gaudium del papa Francisco, subrayó la imagen del buen samaritano que "descubrió que el que estaba al borde del camino no era un hermano".
La figura del samaritano cuestiona
"Hoy la figura del samaritano nos cuestiona, hoy la figura del samaritano nos interpela, hoy la figura del samaritano nos deja, diría, intranquilos, porque nos hace revisar", planteó.
Monseñor García Cuerva terminó con una poesía del padre José María Rodríguez Olaizola SJ que considera que ayudará a seguir cuestionándose por esta palabra de Dios que se invita a practicar.
"¿Qué viste, samaritano, para detener tu marcha? ¿No llevabas prisa como tantos que antes que tú pasaron de largo? ¿Nadie te esperaba en tu casa? ¿Es que ya conocías al hombre del camino? Si fuera tu hermano, tu vecino, tu amigo, tu generosidad tendría más sentido. Pero ¿Por qué cargar con un extraño?, qué ganas de complicarte la vida, no sabes que siempre hay caídos y que si abres la puerta no te dejarán cerrarla. ¿Por qué lo hiciste, samaritano, por qué lo haces? Samaritano imprudente, ¿Por qué me amenazas con tu compasión que descubre todas nuestras resistencias?", concluyó.+