Jueves 28 de marzo de 2024

Mons. Han Lim Moon: "Orar y trabajar por el Reino"

  • 10 de febrero, 2021
  • Venado Tuerto (Santa Fe) (AICA)
El obispo coadjutor de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, celebró la misa del quinto domingo durante el año e invitó a dedicar más tiempo a la oración y a la caridad.
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Al celebrar la misa del quinto domingo durante el año, el obispo coadjutor de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, dejó dos consejos: más oración y caridad con los más necesitados.

Al comenzar comparó el conocimiento del Evangelio con el de una persona y señaló dos elementos para conocer a una persona: “Ver cómo una persona dispone los bienes materiales; y ver cuánto tiempo cada persona le dedica a su trabajo”, ya que “el uso del dinero en su proporción revela cual es la importancia que pone una persona en su corazón y el tiempo que le dedica”. 

Sobre el Evangelio, dijo que “el gesto de Jesús de levantar a la suegra de Pedro significa también resucitar. Porque enseguida ella se puso a servirlo a él y a todos los discípulos”. Pero monseñor Moon hizo hincapié en la actitud de Jesús del día siguiente: “Se levantó muy temprano y fue a orar con Dios Padre un rato largo”. 

“Jesús salió del seno del Padre, llegó a este mundo y no se quedó quieto cuando comenzó la vida pública, sino que salió a predicar por todos lados”, describió el prelado. Pero para poder hacer esto, “Jesús dialogaba con Dios Padre”, para luego poder curar, expulsar los demonios y proclamar la Buena Noticia del Reino de Dios.

En este sentido monseñor Moon recordó que este debe ser el modelo de nuestra vida: “Tenemos que imitarnos e inspirarnos en este principio: orar y trabajar por el Reino. En nuestra vida tenemos un ritmo diario, pero lo fundamental tiene que ser la oración, el diálogo con Dios Padre”. 

En segundo lugar, mencionó que es importante “no quedarse quieto, sino orientar nuestra actividad en ‘curar’ a los enfermos, no de modo extraordinario como lo hacia Jesús, sino consolar con nuestras palabras, dar una mano a los necesitados y visitarlos”. Y agregó: “Hablar del amor de Dios es una necesidad”.

Finalmente, reflexionó: “Este Evangelio nos ofrece una pauta para hacer una autoevaluación: ¿realmente estoy dedicando mi tiempo para dialogar con Dios? ¿leo y medito la Palabra de Dios? ¿Cuánto tiempo le dedico a eso y cuánto le dedico a otras cosas? ¿Y a los necesitados?”. El prelado concluyó animando a la comunidad a hacer este examen de conciencia en el silencio de la oración.+