Sábado 20 de abril de 2024

Mons. Mestre: Cómo dar verdadero fruto

  • 15 de julio, 2020
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, predicó con tres palabras el Evangelio del 15° domingo durante el año: "Terreno", "fruto" y "porcentajes".
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Con tres palabras y tres frases, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, predicó el Evangelio del domingo 12 de julio, el 15° para el tiempo durante el año. “¿Cómo está el terreno de mi corazón hoy?”, “Dar verdadero fruto” y “Dios valora los diversos porcentajes” fueron las frases que utilizó para ilustrar la parábola del sembrador. 

¿Cómo está el terreno de mi corazón hoy?
En primer lugar, monseñor Mestre invitó a la comunidad a repasar los cuatro terrenos que propone la parábola y a preguntarse: “¿Cómo está hoy nuestro corazón para recibir la Palabra, la fe, la gracia y los diversos dones que el Señor nos otorga?”. De este modo, aconsejó guiarse con cuatro “símbolos elocuentes”: “Borde del camino donde la semilla es rápidamente consumida por los pájaros”; “terreno pedregoso que hace secar la semilla: “terreno espinoso que ahoga la semilla; “Tierra buena donde la semilla es fecunda”. En definitiva, debemos realizar “un saludable examen de conciencia ante la presencia misericordiosa de Dios en nuestra vida”.

Dar verdadero fruto
¿Qué implica dar fruto? “Liberar los obstáculos para que la semilla llegue realmente a donde tiene que llegar”, aseguró monseñor Mestre, y continuó recordando la primera lectura: “Es permitir que el agua y la lluvia empapen y fecunden la dureza de nuestro corazón. Es dejar que la semilla entre en el surco abierto de la tierra de nuestro corazón”. En otras palabras, “oír la Palabra y cumplirla”, afirmó el obispo marplarense. “Dar fruto es escuchar lo que la Palabra de forma particular tiene para decirnos hoy a todos y cada uno”.

Dios valora los diversos porcentajes
Finalmente, se refirió a la capacidad de Dios de “dar frutos en diversos porcentajes aunque no todos sean del cien por ciento”, valorando positivamente todo lo recibido. “Esto es importante para aprender a mirar la vida, los caminos y los procesos personales y comunitarios desde esta perspectiva valorativa”, mencionó y animó a “dar gracias por el crecimiento alcanzado aunque falte más”. En este sentido, dijo que muchas veces “las tendencias obsesivas de perfeccionismo no permiten captar la importancia de los pasos que se dan en el camino”, y recomendó dejar de lado “la mentalidad calculadora de nuestro tiempo”.+