Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Mestre: "Unir nuestras cruces a la de Jesús"

  • 1 de julio, 2020
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
En su reflexión para el domingo 28 de junio, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre ilustró el relato evangélico con tres palabras: "conflicto", "cruz" y "seguimiento". 
Doná a AICA.org

En su reflexión para el domingo 28 de junio, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre ilustró el relato evangélico según San Mateo con tres palabras: “conflicto”, “cruz” y “seguimiento”. En este sentido hizo mención a un “conflicto de amores”, “tomar la cruz” y “el seguimiento de Cristo”. 

Conflicto de amores
Aunque parezca “tomado de una telenovela”, dijo el obispo al comenzar, explicó que este título expresa la primera parte del Evangelio del domingo: “¿Amor a Dios o a los demás seres humanos? La contraposición que Jesús establece a primera vista pareciera que es excluyente”, mencionó. Sin embargo, la idea es “hacernos pensar y actuar reordenando nuestra escala de valores”. En otras palaras, monseñor Mestre indicó que “el Señor reclama el primer puesto sí o sí”. De este modo, “amando a Dios por sobre todas las cosas no dejamos de amar a los demás seres humanos”, porque este amor “no se contrapone”, sino que todo lo contrario, “se potencia, perfecciona, purifica y engrandece el amor de familia, de pareja y de amistad”, para que no haya “conflictos ni competencias inútiles en nuestro corazón”.

Tomar la cruz
Sobre el segundo punto, monseñor Mestre mencionó a la cruz: “Tomar la cruz implica asumir cada día los pequeños o grandes contratiempos, las dificultades y los sufrimientos que inexorablemente nos depara la vida. Hay cruces más intensas y puntuales; otras más difusas y crónicas; las hay más visibles y otras menos perceptibles; algunas llevan el peso de nuestra propia responsabilidad y otras irrumpen en nosotros sin tener nada que ver; algunas tocan nuestro cuerpo, otras nuestro espíritu y otras toda nuestra personalidad”. Por eso, el prelado marplatense animó a “aprender a tomar la cruz asumiendo cada día los pequeños o grandes sufrimientos que tenemos que padecer”.

El seguimiento de Cristo
Por último, advirtió sobre un riesgo: “Vivir la cruz sin seguimiento del Señor”, porque solo “en Cristo, por Él y en Él se entiende y acepta teologalmente la experiencia de la cruz”, como una suerte de “plus”, sin el cual sería algo “desesperante” e “imposible”. “Por amor Jesús transformó la cruz en herramienta de redención, de salvación, de rescate para la humanidad”, afirmó monseñor Mestre, es decir, “algo útil para la humanidad”. Del mismo modo lo realizó con los hombres: “Que en nuestro seguimiento de Cristo podamos unir nuestras pequeñas o grandes cruces a su cruz salvadora y así colaborar místicamente en el rescate de los hermanos”.+