Miércoles 3 de septiembre de 2025

Mons. Ojea: 'La humildad consiste en poner como centro a los demás'

  • 3 de septiembre, 2025
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
En su reflexión semanal, el obispo emérito de San Isidro animó a "tener este corazón humilde de no buscar los primeros puestos, ni por el lugar de uno mismo, ni por la apariencia".
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El obispo emérito de San Isidro, monseñor Oscar Ojearecordó que "estas dos parábolas que nos trae este domingo el Evangelio de San Lucas nos hablan, la primera de los puestos, de los lugares en un banquete y la segunda sobre la invitación. ¿A quiénes hay que invitar?".

"En el tema de los puestos vemos claramente cómo Jesús denuncia al que se quiere poner en primer lugar. Esto de ponerse en primer lugar, en este caso en un banquete, hoy diríamos el que quiere figurar en la foto, el que quiere estar más cerca en una foto, ¿para qué? para que hablen de él, para que lo admiren, para exhibirse", expresó en su reflexión semanal. 

Monseñor Ojea señaló que "el aparentar para Jesús enmascara la realidad. El aparentar hace que la persona se haga el centro de los comentarios, del lugar, con una cierta superioridad sobre los demás; de ahí viene el término soberbia".

"El que va a mirar de un modo a los que cree que están debajo de él y de otro modo aquellos con quienes él puede competir", profundizó.

La importancia de la humildad
"La capacidad de recibir adulación y de aceptar la adulación, que se hable bien de uno hasta el colmo. Todo esto lo lleva al ser humano muchas veces a querer adueñarse de un lugar. ocuparlo primero, ocupar la foto. Y aquí Jesús va a decir claramente, 'No, mejor sentate al final' y así entonces de a poquito, cuando venga el dueño va a decir: 'Ponete en un lugar mejor en la mesa'. La humildad, la humildad que consiste en no ser el centro nosotros, sino en poner como centro a los demás", manifestó.

El obispo señaló que "uno de los signos del Reino es que el Señor ha venido para evangelizar a los pobres, para dar la libertad a los cautivos, para hacer andar a los paralíticos. son los signos del Reino. Bueno, también la comida preparada por el cristiano tiene que tener esta finalidad gratuita del corazón abierto".

Monseñor Ojea animó a que "podamos tener este corazón humilde de no buscar los primeros puestos para que el centro de nuestra vida sea el hacernos ver la preocupación solo por el lugar de uno mismo, por la apariencia y que al tener el corazón humilde podamos sentirnos más iguales, más a mano, más a tiro de todos los hermanos, especialmente de aquellos que no tienen con qué retribuirnos".+