Viernes 19 de abril de 2024

Retiro espiritual castrense

  • 14 de junio, 2018
  • Villa Cura Brochero (Córdoba)
Militares e integrantes varones de las fuerzas de seguridad nacional participaron, del 8 al 10 de junio, de un retiro espiritual castrense, que tuvo lugar en la localidad cordobesa de Villa Cura Brochero, donde el "cura gaucho" vivió su santidad. El obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, manifestó su cercanía mediante una carta.
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Militares e integrantes varones de las fuerzas de seguridad nacional de distintas partes del país participaron, del 8 al 10 de junio, de un retiro espiritual castrense.

El retiro tuvo lugar en la localidad cordobesa de Villa Cura Brochero, donde el "cura gaucho" vivió su santidad. Allí los participantes se congregaron para realizar los Ejercicios Espirituales Ignacianos.

El obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, no pudo estar presente pero expresó su cercanía por medio de una carta en la que recordó que "con mucha ilusión soñamos estos Ejercicios Espirituales para nuestra gente castrense". Además, afirmó que no serán los únicos: "Se irán sucediendo en distintas geografías de la Patria".

"Estos ?baños del alma? como le gustaba llamar a los Ejercicios Ignacianos al Cura Brochero, nos permiten vislumbrar una nueva aurora en la vida de todos y cada uno de los que formamos esta Iglesia particular", expresó. En la histórica Casa de Ejercicios Espirituales, los ejercitantes fueron recibidos por el capellán de Ejército, presbítero Rodrigo Domínguez y el capellán de Gendarmería Nacional, presbítero Marcelo Morán.

El sacerdote Morán consideró que fue "una gracia el hecho de haberlo desarrollado en Villa Cura Brochero", y sostuvo que "asistir a un retiro espiritual en un lugar como este es ciertamente sublime, es un agregado extra", agradeciendo la bendición de estar junto al santuario.

"Al comienzo los hombres fueron entrando en clima, y ya en ese estado, los frutos son muy personales y particulares. Pero se les veía en el rostro que después de las confesiones, después de la charla con los sacerdotes la gente misma fue cambiando, y uno podía apreciar en sus almas la alegría de Dios", detalló. "Sus miradas expresaban la gracia que estaban viviendo en sus almas, del haberse encontrado consigo mismos y con Dios. Son todos pequeños detalles que hacen a la vida espiritual, a la vida interior", concluyó.+