Sábado 12 de julio de 2025

Ucrania: el nuncio en Kiev denuncia que 'los drones rusos apuntan a zonas civiles'

  • 11 de julio, 2025
  • Kiev (Ucrania) (AICA)
El obispo Visvaldas Kulbokas advierte del aumento de explosiones que dañaron estructuras en la Nunciatura Apostólica, "Impresiona escuchar explosiones tan cercanas", manifestó.
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El nuncio apostólico en Ucrania denunció que los ataques son "cada vez más frecuentes" en Kiev, a una escala sin precedentes desde la invasión de 2022.

El ataque de Rusia a Kiev, con drones y misiles balísticos -en la noche del 9 al 10 de julio-, estremecieron la ciudad, se desataron incendios y también hubo víctimas. La nunciatura apostólica, ubicada en el céntrico barrio residencial de Shevchenkivskyi fue dañada colaterlamente durante el bombardeo.

Los ataques "se intensificaron notablemente, son más frecuentes y más violentos que en los últimos tres años", denunció a los medios vaticanos el nuncio apostólico en Ucrania, monseñor Visvaldas Kulbokas.

A juicio del nuncio, "lo más inquietante" del bombardeo es que "los drones apuntan claramente a zonas civiles". "Vi con mis propios ojos cómo sobrevolaban la nunciatura y las casas vecinas", aseguró, y "escuchamos varias explosiones, dos de ellas muy próximas".


Varios edificios residenciales sufrieron daño y el techo del edificio principal de la nunciatura y su garaje también. "Afortunadamente, todos estamos bien, pero impresiona ver y escuchar explosiones tan cercanas", dijo Kulbokas.

En el momento en el que este obispo de origen lituano fue entrevistado por la prensa vaticana, aseguró que "todavía no sabemos cuántas víctimas hubo", pues "esa información suele confirmarse al cabo de uno o dos días".

No obstante, "cada mañana en misa rezamos por todos los afectados". También reveló que "hoy nuestros colaboradores no pudieron llegar a tiempo a trabajar porque las calles estaban bloqueadas por los escombros", lo que le empujó a él y al resto de personal "a rezar aún más intensamente pidiendo a Dios que nos conceda la paz que los hombres no logran alcanzar".

Monseñor Kulbokas reveló que "cuando suenan explosiones tan fuertes no es posible dormir". Por lo que, nada más oír el ataque, él mismo y monseñor Edward Kava -el nuevo obispo de Kamianets-Podilskyi, que también se alojaba allí-, "bajamos inmediatamente, porque si el edificio se incendia, hay que estar listos para evacuar". 


Tras tres años sobreviviendo a los bombardeos, advierte de que "permanecer en los pisos altos sería imprudente porque no daría tiempo a salir, como pasó en muchas casas de civiles". 

"El peligro no es solo la explosión, sino también el combustible inflamable que llevan los drones", explicó. De hecho, a raíz del ataque "fue imposible abrir las ventanas porque toda la ciudad está envuelta en humo tóxico".

Finalmente, denunció que desde mayo de este año "la frecuencia y cantidad de misiles y drones se incrementaron". Son aún más que en 2023 y 2024. Ahora, "solo en una noche, pueden suceder explosiones durante tres horas seguidas". "Escuchas pasar uno, luego regresa, y no sabes a qué apunta. Pasa otro, y otro, y otro más, hasta el décimo, el vigésimo o el trigésimo. Es un bombardeo constante", concluyó.+