Luchadora por la vida y la familia, presidió Estilo de Mujer, la Asociación de Escritoras Católicas y otras entidades. Fue reconocida por el Senado Nacional por su aporte en bioética.
El arzobispo de Buenos Aires encabezó la fiesta en la parroquia del barrio de Palermo. "Pidamos a san Benito que nos libere del odio, de la bronca, del rencor, de esa famosa grieta", propuso.
La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes les reitera además su cercanía y el compromiso de la Iglesia de incluirlos sin distinción, para crecer juntos en comprensión y solidaridad.
Al reflexionar sobre la política, la Iglesia y la refundación del Estado, el obispo de Villa María planteó: "Necesitamos la honestidad del pueblo y el afecto benévolo que nos una como país".