Ante la media sanción de la iniciativa, la Conferencia Episcopal del Uruguay recordó que no "es éticamente aceptable causar la muerte de un enfermo" ni siquiera para evitarle el sufrimiento.
"Nosotros esperamos y trabajamos verdaderamente como Santa Sede en primera línea por el desarme nuclear", afirmó el Secretario de Estado de la Santa Sede, interpelado por los periodistas.
Católicos, protestantes, ortodoxos, judíos, musulmanes y budistas coinciden en afirmar que, de aprobarse, se estaría ante "una ruptura antropológica".
Como cierre de la Asamblea Plenaria, que tuvo lugar en Florida, los obispos uruguayos dieron a conocer un documento titulado "Afrontar con amor el final de la vida".