La Iglesia calificó de "espeluznante" la posibilidad de ofrecer la muerte como salida al dolor, pues implica "renunciar a ofrecer alivio, acompañamiento y consuelo" a las personas enfermas.
El consorcio que los nuclea consideró que la ley uruguaya de eutanasia refleja una cultura que busca eliminar el sufrimiento en lugar de acompañar con humanidad y compasión.
Frente a la aprobación de la Ley que habilita la eutanasia en su país, los obispos del Uruguay elevaron una vez más su voz a favor de la vida.
Católicos, ortodoxos, anglicanos, evangélicos, protestantes, judíos y musulmanes eafirmaron que la eutanasia contradice "la dignidad de la persona, los derechos humanos y los valores espirituales".