El obispo José Luis Corral SVD destacó que "fue un hombre de Dios, lleno del Espíritu Santo, testigo de la luz y predicador de la Palabra, un hombre de caridad activa y pastoral".
El sacerdote se despidió de la diócesis de Añatuya. Fue en el marco de una misa de acción de gracias por su ministerio en esa jurisdicción eclesiástica, que presidió el obispo local, Mons. Corral.
En el primer aniversario de su fallecimiento, sus restos descansan ahora en el cementerio de la localidad santiagueña de San José del Boquerón, donde por más de 45 años sirvió a esa comunidad.
El obispo de Añatuya "agradece a Dios y a la Iglesia" por el nombramiento del presbítero Juan Ignacio Liébana, quien sirve pastoralmente en Añatuya desde hace 15 años.