"Expulsar a los palestinos de su patria no es sólo un acto de violencia; es sacrilegio", asegura en su primer comunicado el recién creado grupo "Una Voz de Jerusalén por la Justicia".
El patriarca latino de Jerusalén señaló que, durante el alto el fuego en Gaza, se cerraron más rutas, lo cual "dificultó aún más la situación en la región".
"El bombardeo -que dejó un saldo de 400 muertos- constituye una grave violación del Derecho Internacional Humanitario", denunció la organización.
Desde el comienzo de la guerra, Cáritas Jerusalén multiplicó su trabajo en Tierra Santa, gracias a sus 150 trabajadores y la ayuda internacional.