"Aunque no hemos revertido este contexto difícil, podemos decir que en este tiempo de Adviento seguimos, y con más entusiasmo, manteniendo la esperanza. Percibimos que, en nuestra sociedad, nuestro pueblo sencillo no ha perdido la sensatez o el sentido común, y mantiene un deseo profundo, de construir una sociedad que tenga presente algunos valores fundamentales", destacó el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez.
Durante el rezo del Ángelus en el tercer domingo de Adviento, el papa Francisco realizó la tradicional bendición de las imágenes del niño Jesús de los fieles presentes en la plaza San Pedro. "La liturgia de hoy nos invita a la alegría", exclamó desde la ventana del Palacio Apostólico, y se refirió al primer paso para la conversión: "Ser personas dispuestas a ponernos en discusión" y preguntarnos "¿Qué debemos hacer?".
"El Adviento está orientado a que el mundo encuentre a Cristo como camino a la verdad. De esa manera la Navidad no será la mera ocasión de cordiales encuentros familiares, o de amigos, sino el estrecho abrazo con el pequeño Niño Dios. En ese abrazo está la salud esperada, porque en Él se produce la vida eterna, recién nacida en el tiempo", afirmó el arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna.
Con el título "Los que siembran entre lágrimas?" el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, reflexionó sobre las estrofas del Salmo 125, presente en la liturgia del segundo domingo de Adviento.