Viernes 29 de marzo de 2024

Card. Sandri: La visita del Papa a Irak es "un enorme gesto de consuelo"

  • 14 de diciembre, 2020
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El purpurado argentino anhela que la visita del Papa ayude a reconstruir el mosaico de las riquezas humanas e históricas en Medio Oriente enterradas en décadas de conflicto.
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El cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, consideró que la visita del papa Francisco -del 5 al 8 de marzo de 2021- a Irak promete ser un acto histórico, muy valiente, precursor de los caminos del diálogo y la reconciliación, y destacó su importancia en particular para aquellos que han pagado un alto precio, también en vidas humanas:

“Para mí esta visita del Papa significa un enorme gesto de consuelo para todos estos países y pueblos que han sufrido -Irak en particular- la guerra, la persecución y la emigración, teniendo que dejarlo todo atrás, especialmente la población cristiana, pero también las de todas las religiones y todas las confesiones. Las víctimas tienen el común denominador de los hijos de Dios que fueron injusta y cruelmente reprimidas. Este es realmente un gesto extraordinario del Papa, que quería hacer desde hace mucho tiempo”, expresó el purpurado argentino en una entrevista a VaticanNews.

El cardenal Sandri recordó que esta visita papal -esperada desde hace tiempo- “llevará consuelo, estímulo y aliento a los pastores de la Iglesia que permanecieron allí a pesar de todas las dificultades, a pesar de todas las amenazas, los ataques. Se quedaron allí, fueron el ejemplo del buen Pastor que no huye. Para todos los sacerdotes, los religiosos, las religiosas, en este país tan rico en historia, empezando por Abraham, de la Iglesia asiria. Esto mostró firmeza en la fe y en la tribulación”.

“Por lo tanto, agregó, será un gesto de gran consuelo y fuerza que se extenderá a toda la realidad social, civil y política de este país, porque el consuelo que trae Jesucristo, que trae el Papa es para todos y especialmente para los que sufren”. 

“Será una especie de campana para todo Medio Oriente después de tantas tribulaciones que aún existen en Siria, en el Líbano. El Papa los animará a ser, en este contexto, hombres de comunión y testigos del amor de Dios”, subrayó.

El cardenal Sandri no tiene dudas de que el Santo Padre será bien recibido, por cristianos y musulmanes.

“No tengo dudas de que el pueblo de Irak en todos sus componentes recibirá al Papa con entusiasmo”, afirmó y recordó la visita que realizó el año pasado a Irak con todos los delegados de la Roaco para ver las necesidades sobre el terreno y cómo pudo apreciar con qué dignidad, respeto y amor lo recibieron, tanto el gobierno iraquí como las autoridades del Kurdistán y los líderes musulmanes. 

Por último, el purpurado reflexionó que la única forma de revertir la migración de los cristianos de la zona es darles a “los jóvenes un futuro” y al respecto destacó que “la Iglesia lo da desde el punto de vista de la luz que es Jesucristo, pero debe haber instancias, nacionales e internacionales, que favorezcan su permanencia. Hay maravillosos profesionales en todas las áreas de la ciencia y de la cultura”.

En cuanto a los cristianos que migraron durante los conflictos y quieran volver el cardenal Sandri reflexionó que “deben encontrar todas las condiciones de seguridad para una vida digna. Ellos, que pueden haberse establecido a través de otros miembros de la familia que emigraron a Occidente, deberían decir ‘volvamos’. Pero es evidente que las mayores dificultades son para los que regresan, no para los que se van. Los que regresan lo hacen voluntariamente”.

“No sería un país de bienestar -concluyó- si ellos no pudieran participar en la vida política. Los laicos deben construir su propio país, su patria, no sólo recibir instrucciones de sus líderes. Eres tú, cristiano, quien contribuye, a través de los principios del Evangelio, a la construcción de esta sociedad que todos queremos inspirada en Jesús, en la dignidad del hombre y de la mujer, para que se viva según las propias creencias y la propia fe”.+