En un mensaje a los caldeos de todo el mundo, el cardenal Sako advirtió que "la supervivencia de las comunidades cristianas en Irak se ve amenazada por las ambiciones y divisiones sectarias".
El patriarca caldeo consideró "imprudente e irresponsable" el ataque de misiles iraníes contra Erbil y lamentó que el camino "del diálogo y la diplomacia" esté sofocado por el ruido de las armas.
"Pido evitar todo paso que aumente la tensión", dijo el Santo Padre durante la audiencia general y expresó su cercanía y solidaridad con las víctimas en Erbil.
Los líderes cristianos condenaron la "guerra devastadora" entre Israel y Hamás, y pidieron además justicia para las víctimas de la tragedia acaecida durante una boda cristiana en Qaraqosh.