El obispo de Posadas valoró que el Santo Cura de Ars sea el patrono de los párrocos

El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, destacó que la Iglesia haya querido a San Juan María Vianney, más conocido con el nombre de Santo Cura de Ars, "fuera el patrono de los sacerdotes que trabajan especialmente en las parroquias". "Necesitamos sacerdotes y consagrados que vivan con radicalidad su vocación y busquen el camino de la santidad. La tarea de un pastor es indispensable e insustituible", subrayó.

El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, destacó que la Iglesia haya querido a San Juan María Vianney, más conocido con el nombre de Santo Cura de Ars, "fuera el patrono de los sacerdotes que trabajan especialmente en las parroquias".

"Es una buena oportunidad para que recemos por nuestros sacerdotes, que con sus dones y limitaciones humanas, buscan dar su vida para evangelizar, para servir a Dios y a sus hermanos", subrayó en su carta semanal.

El prelado reconoció que en varias oportunidades hizo referencia a la necesidad de laicos o bien fieles cristianos que "vivan esta vocación a la santidad para transformar las realidades temporales o de un mundo con tantas sombras", pero afirmó que "también necesitamos sacerdotes y consagrados que vivan con radicalidad su vocación y busquen el camino de la santidad. La tarea de un pastor es indispensable e insustituible".

"Es el que da su vida sin reservas para evangelizar a sus hermanos, para alimentarlos en la fe, con la Palabra, los sacramentos, el pastoreo y con la animación de la caridad hacia los más pobres. La misa diaria que celebra el sacerdote expresa el sentido de su vida, identificándose a Jesús que se ofreció en la Pascua, para salvar a todos", sintetizó.

"Hoy más que nunca es clave el llamado a todos los cristianos y especialmente al sacerdote en esto de donar la vida por los demás, el amor y el sacrificio, en una época que acentúa el individualismo y la excesiva auto-referencia, tiene serias dificultades para comprender el significado profundo de la palabra amor y amor donado, teniendo al otro como sujeto y no como un mero objeto para mi uso", agregó.

Monseñor Martínez sostuvo que "la Pascua, celebrada en cada misa, sigue siendo una respuesta salvadora y sanante, en un contexto demasiado individualista donde a veces lamentablemente también encontramos odio a la fe y persecución a los cristianos".+