El Papa expresa su pesar por los fallecidos en la mina chilena

El nuncio apostólico en Chile transmitió las palabras del pontífice, especialmente, a los familiares de los trabajadores muertos y pidió acompañar a quienes están viviendo esta dolorosa pérdida.

Con motivo del trágico fallecimiento de seis trabajadores en la mina El Teniente, en la Región de O'Higgins, el nuncio apostólico en Chile, monseñor Kurian Mathew Vayalunkal, manifestó su profundo pesar y transmitió, en nombre del papa León XIV, un mensaje de cercanía espiritual a las familias afectadas y a todo el pueblo chileno.

El accidente se produjo en la tarde del jueves 31 de julio en la mina subterránea de cobre más grande del mundo, cuando un sismo de magnitud 4.2 se desarrolló a 300 metros de profundidad, haciendo colapsar un sector de una de las áreas subterráneas de trabajo, 600 metros más abajo. 

Tras varios días de búsqueda en condiciones extremas, los equipos de rescate lograron encontrar los cuerpos sin vida de los seis mineros, comprobando que no hubo sobrevivientes.

Las víctimas fueron Pablo Tapia, Gonzalo Núñez, Carlos Arancibia, Alex Araya, Jean Miranda y Moisés Pavez.

"Con profundo dolor el pueblo chileno recibí la noticia del trágico fallecimiento de seis trabajadores en la mina El Teniente, en Rancagua. En estos momentos de intenso sufrimiento, deseo hacerles llegar, en nombre del Santo Padre, la cercanía espiritual, la oración y la más sentida condolencia", expresó el nuncio.

Asimismo, el representante del Papa dirigió unas palabras especialmente a los familiares de los trabajadores fallecidos:

"A ustedes, estimadas familias que han perdido a sus seres queridos en el cumplimiento de su labor diaria, les expreso una palabra de consuelo y esperanza cristiana. Que el Señor, en su infinita misericordia, les conceda el descanso eterno a estos hermanos nuestros, y de fortaleza a todos aquellos que hoy lloran su partida".

El mensaje del Santo Padre, transmitido a través del nuncio apostólico, es signo de comunión y solidaridad con quienes hoy enfrentan el dolor por esta lamentable pérdida.

Mons. Vera: "Dios estaba en la mina"
El obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera, presidió la misa, en la iglesia Buen Pastor, en memoria de los seis trabajadores fallecidos en el accidente y se unió al dolor de la comunidad ante la tragedia, pidiendo que lo ocurrido "nos una como familia y haga fecundo el deseo de cuidarnos unos a otros". 

Participaron de la Eucaristía familiares y allegados de las víctimas, y autoridades nacionales, provinciales y locales.

En su reflexión, el prelado se centró en el valor de la vida y su fragilidad. "Nuestra vida es como la hierba del campo: en la mañana está llena de vida, pero se marchita. Que no se nos olvide que no llevamos los hilos de nuestra existencia y que aprendamos a vivir con más humildad y agradecimiento".

En el marco de la tragedia, el obispo se refirió a la presencia del Padre: "Dios estaba ahí, en la mina, presente para dar fuerza, consolar y recibir a quienes morían. Estaba iluminando capacidades y voluntades para rescatar y llevar esperanza en medio del dolor", expresó, en referencia al trabajo de los rescatistas.

Finalmente, rezó y pidió rezar por todos los mineros, por sus familias y por las fuerzas que trabajaron en el rescate: "Recemos por las familias de nuestros hermanos que han muerto, por su descanso, y por quienes siguen trabajando con profesionalismo. No se olviden de rezar cada día al entrar a la mina, pero tampoco nosotros al comenzar nuestras tareas: en tu nombre, Señor, y contigo".

En la bendición final, monseñor Vera pidió que el dolor de este momento "nos una como familia y haga fecundo el deseo de cuidarnos unos a otros".+