El santuario de Itatí fue sede del Jubileo de Educadores Católicos del NEA
- 31 de octubre, 2025
- Corrientes (AICA)
Organizado por la Comisión de Educación de esa región pastoral, los docentes dialogaron sobre los desafíos de la educación y trazaron líneas e itinerarios para el 2026.
 
										
									La Comisión de Educación de la Región Pastoral del Noreste argentino (NEA) se reunió el 30 de octubre en la basílica Nuestra Señora de Itatí para celebrar el Jubileo de los Educadores Católicos y proyectar líneas de trabajo comunes para 2026.
La jornada comenzó con la adoración al Santísimo, iluminada por la carta apostólica "Trazar nuevos mapas de esperanza", en el marco del 60º aniversario de Gravissimum Educationis. Luego, referentes de las diócesis que integran esa región compartieron sus realidades y reflexionaron sobre los desafíos actuales de la educación católica.
Posteriormente, se celebró la Eucaristía, que fue presidida por el arzobispo de Corrientes y delegado por los obispos del NEA para esa comisión, monseñor José Adolfo Larregain OFM, quien exhortó a renovar el compromiso evangelizador en la escuela y a servir con esperanza a niños y jóvenes.
"Venimos como pueblo del Noreste Argentino, expresó el prelado, trayendo nuestras historias, vivencias, momentos, vidas, tareas, vocaciones, memorias, transcurridas en las aulas y patios, nuestros desafíos y esperanzas. Venimos a dar gracias, y también a renovar nuestra misión educativa bajo la mirada de la Virgen".

Y manifestó: "Pidamos a la Virgen de Itatí que bendiga a todas las instituciones educativas del NEA: públicas y privadas, confesionales y estatales, rurales y urbanas, que nos conceda la gracia de una educación integradora, que abrace lo humano y lo divino, que enseñe a pensar, a sentir y a amar".
Por la tarde, la comisión continuó el trabajo, delineando ejes de acción para 2026, entre los que se destacó los itinerarios de formación docente (dimensión pedagógica, espiritual y comunitaria), el fortalecimiento de la educación secundaria (sentido, pertenencia, cultura escolar y vínculos), el acompañamiento de trayectorias educativas (inclusión, continuidad y articulación familia-escuela-comunidad).
Como horizonte espiritual y pedagógico, los participantes asumieron el llamado a "trazar nuevos mapas de esperanza", y se comprometieron a construir "comunidades educativas faro (de innovación y testimonio) capaces de recomponer conocimiento y sentido para las nuevas generaciones, escuelas que aprenden virtudes que sean puestas en práctica cotidianamente".+

