Domingo 13 de octubre de 2024

"Hemos perdido la dignidad, al matarnos unos a otros, en la tragedia de la guerra y del aborto"

  • 28 de marzo, 2022
  • Rafaela (Santa Fe) (AICA)
Lo advierte el obispo de Rafaela, monseñor Luis Fernández, en una oración por la vida y la paz publicada en un diario local en el marco del Día del Niño por Nacer. Jornada por la vida en una plaza.
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El Diario Castellanos publicó el 25 de marzo, Día del Niño por Nacer, una oración por la vida y la paz escrita por el obispo de Rafaela, monseñor Luis Alberto Fernández

“¡Oh Dios y Padre nuestro!, Señor de la vida y de la paz, hoy en el día del ‘niño por nacer’, te rogamos en esta hora de tribulación, del país y del mundo, reconociendo que Tú nos amas y nos conoces, y que nada de los que nos preocupa se te oculta, te suplicamos que no dejes de mirar con Misericordia, a tantos niños que se les priva nacer, con el horror del aborto, que Tú ternura providente, los asista y acompañe siempre”, rogó.

“Hemos perdido la dignidad, al matarnos unos a otros, en la tragedia de la guerra y del aborto, perdiendo la paz en nuestros corazones, hemos traicionado los sueños e ideales de la maravilla que es la ‘vida’, y el asombro gozoso que causa el sentirnos fraternos, hermanos con todos, formando unidos la verdadera cultura del encuentro de la vida, construyendo cada día, la humanidad nueva”, lamentó marcando las diferencias.

Texto de la oración
¡Oh Dios y Padre nuestro!, Señor de la vida y de la paz, hoy en el día del “Niño por nacer”, te rogamos en esta hora de tribulación, del país y del mundo, reconociendo que Tú nos amas y nos conoces, y que nada de los que nos preocupa se te oculta, te suplicamos que no dejes de mirar con Misericordia, a tantos niños que se les priva nacer, con el horror del aborto, que Tú ternura providente, los asista y acompañe siempre.

Hemos perdido la dignidad, al matarnos unos a otros, en la tragedia de la guerra y del aborto, perdiendo la paz en nuestros corazones, hemos traicionado los sueños e ideales de la maravilla que es la “vida”, y el asombro gozoso que causa el sentirnos fraternos, hermanos con todos, formando unidos la verdadera cultura del encuentro de la vida, construyendo cada día, la humanidad nueva.

Vivimos hoy la angustiante experiencia diaria de corazones endurecidos , sin esperanza atropellándonos unos a otros, enfermos ansiosos, llenos de avidez, indiferentes caminamos como autómatas encerrados en nuestros egoísmos, que hacen bulling en la juventud, y en los mayores capaces de desechar y descartar a los demás, hasta el extremo de matar y decidir quienes tienen que vivir y quienes morir, dejando en el camino a los más débiles y vulnerables, matando tanto los niños por nacer como con la posibilidad de la eutanasia para los queridos ancianos.

Un mundo que ignora y se olvida de Dios, prefiriendo vivir en la mentira, la agresividad, proponiendo sus verdades en estadísticas, en el poder del dinero, de las armas, mientras la hambruna y crisis social, llega a records cada día más grandes, y la misma consecuencia siempre que los que más sufren son los más indefensos, como los niños por nacer, los que tienen que abandonar su hogar y sus tierras en las guerras, mientras los menos siguen acumulando placer y bienestar, por la venta de las armas. Ayúdanos Señor a no olvidarnos de nuestra casa común, que es la Tierra, el mundo donde vivimos. Por eso te decimos, ¡Padre Misericordioso perdónanos!

Sabemos Padre que tu no nos abandonas, porque nos enviaste a tu Hijo Jesús, nuestro hermano y amigo, salvador de la humanidad, que vino a “levantarnos”, a darnos la vida nueva de la Pascua, venciendo el pecado y la muerte resucitando, entregándose por todos, experiencia fuerte en los tiempos difíciles, cuando parece detenerse la vida y un manto de tinieblas cubre el mundo, y la humanidad desorientada pierde su rumbo, como marchando a la nada del sin sentido de la vida, donde todo da lo mismo, “como un cambalache se ve correr la vida”, dice el tango.

El corazón de Cristo, tú Hijo, nacido de la Virgen María, viene a sanar nuestras heridas, y nos pide la “conversión”, un cambio de vida, una nueva mentalidad, capaz de devolvernos la confianza, la alegría y la esperanza, en medio de tanta tristeza y dolor, ante la muerte de los niños inocentes y la locura de la guerra. Padre bueno, que recuperemos la paz, la fraternidad entre los hermanos y los pueblos. Extingue el odio, aplaca la venganza, enséñanos a escucharnos y perdonarnos, como hizo tú Hijo Jesús en la cruz. A vos confiamos las necesidades y aspiraciones de la familia humana.

Que corra por toda la Tierra el latido del corazón de cada niña y niño, que desde el vientre materno, se vuelva un grito, un llamado, una súplica, de esperanza a vos Padre y a cada uno de nosotros como hermanos fraternos, para que todos unidos convencidos, hagamos una nueva humanidad, sin abortos ni guerras, sino construyendo con gozo, la vida en familia, con trabajo y la alegría de la amistad, dichosos de ser fraternos, solidarizándonos todos por tener buena educación, salud y paz para siempre. Amén.

Cuarta semana por la vida
Numerosas personas participaron de la 8ª Jornada del Niño por Nacer, organizada por la Fundación Rafaelinos por la Vida en la plaza Sargento Cabral del barrio Pizzurno de esta ciudad santafesina, donde hubo shows musicales, juegos, sorteos, pintada de panzas, ecografías, reconocimiento a las abuelas y stands de distintas instituciones.

La jornada sirvió de cierre de la cuarta Semana de la Vida, que volvió a ser presencial tras dos años de suspensiones por la pandemia.

En un momento se escucharon los latidos de los corazones de bebés en las panzas de las madres Mónica, Jimena y Eliana, actividad a cargo de las estudiantes de la carrera de Obstetricia y la supervisión de la médica Mónica Schmutzler. También fue emitido un video institucional en la pantalla ubicada sobre el escenario con los hechos más importantes de la Fundación (desde 2020), a cargo de los testimonios de Silvia Fratti de Operto y Nieves Torres de Argañaraz.

Además, hubo juegos organizados por la comunidad de guías y scouts de la parroquia San Antonio, un taller de dibujo y pintura para desarrollar la creatividad y animarse a crear un superhéroe que defiende la vida.

También se contó con stands de Honrar la Vida, de Rafaelinos por la familia, un gazebo con imágenes desde la concepción hasta el parto, Cáritas de la parroquia Sagrado Corazón, el Movimiento Familiar Cristiano, la Facultad de Obstetricia de la Universidad Católica de Santa Fe, el Omnibus Sanitario del Municipio,

En otra parte de la tarde, se hizo un reconocimiento de las abuelas tejedoras: Elida Citroni, Nelsa Paulino, Betty Casabella de Ojeda, Martha Vottero, Raquel Tettamanti, María Luisa Piguín, Pocha Politti, Nélida, Estela Rodríguez, Clelia Fosatti, Edit Bigo, Ester Inwinkelried, Rosa Yarto, María Ester Velázquez, entre otras.+