Lunes 8 de septiembre de 2025

Jubileo de la Vida Consagrada: 'Peregrinos de esperanza por el camino de la paz'

  • 8 de septiembre, 2025
  • Lujàn (Buenos Aires) (AICA)
Fue en la basílica de Luján y participaron más de 180 referentes. Se profundizó en temas como la belleza de la diversidad en los carismas, la comunión en la pluralidad, la esperanza y la sinodalidad.
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Con el lema "Peregrinos de esperanza por el camino de la paz", del 5 al 7 de septiembre se celebró en el santuario de Nuestra Señora de Luján el Jubileo Nacional de la Vida Consagrada, que reunió a más de 180 religiosas, religiosos y consagrados del país.

El encuentro fue el culmen de un camino iniciado en 2023, en el marco del Año Jubilar convocado por el papa Francisco, que se extiende del 29 de diciembre de 2024 al 6 de enero de 2026.

Durante las jornadas se compartieron celebraciones eucarísticas, procesiones, momentos de oración y diálogo en el Espíritu, vividos como una experiencia de comunión, acción de gracias y renovación del compromiso evangélico.


Participaron y acompañaron el jubileo: monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA); el cardenal Ángel Rossi SJ, arzobispo de Córdoba y vicepresidente primero de la CEA; monseñor Héctor Zordán MSsCc, obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada (Cevico); junto con monseñor Sergio Fenoy (Santa Fe), monseñor Juan José Chaparro CMF (Merlo-Moreno), monseñor Florencio Félix Paredes Cruz CRL (Humahuaca) y monseñor Alejandro Giorgi (auxiliar de Buenos Aires).

La misa de apertura fue presidida por monseñor Colombo, mientras que la clausura estuvo a cargo de monseñor Jorge Eduardo Scheinig, arzobispo de Mercedes-Luján.

Al finalizar, monseñor Zordán dirigió un mensaje a las tres formas de vida consagrada -institutos seculares, orden de vírgenes y vida religiosa- invitando a "continuar trabajando juntos de manera orgánica", destacando que este jubileo "ha sido un puntapié para seguir poniendo nuestro granito de arena en la construcción de una sociedad más justa y fraterna desde nuestros carismas".

En las distintas conferencias y reflexiones se profundizó en temas como la belleza de la diversidad en los carismas, la comunión en la pluralidad, la esperanza y la sinodalidad, y la vocación de la vida consagrada como camino de paz junto al pueblo de Dios.


En su intervención, el cardenal Rossi exhortó a los consagrados a mantener viva la misión en las periferias: "La Iglesia y la Vida Consagrada tienen ante sí el reto de volver a ser portadoras de una palabra llena de vida, de frescura, recién nacida, si se desprenden de sí mismas para dejarse hacer. Gracias a Dios hay mucha vida consagrada que está en las esquinas del mundo, en los basureros, en la inseguridad amenazada de la vida entregada sin brillo. Apelo a esa vida consagrada que no necesita exhibirse para brillar".

Con este impulso, los participantes renovaron su compromiso de "no exhibirnos, pero sí brillar", reconociendo que es el Señor quien hace nuevas todas las cosas.

Animados por la intercesión de la Virgen de Luján, los consagrados regresaron a sus comunidades con gratitud y esperanza, para seguir siendo testigos de la vida en abundancia.+