Viernes 26 de abril de 2024

Tres laicos argentinos piden ayuda para las familias de Mozambique

  • 31 de diciembre, 2012
  • Buenos Aires (AICA)
Sara Pizarro, Eduardo Velazco y Mónica Santostasi son tres laicos argentinos que rondan los 50 años de edad y misionan durante sus vacaciones en Macía, una pequeña comuna de Mozambique, donde trabajan por la recuperación y prevención del estado nutricional de los niños y sus madres, para quienes requieren donaciones. Llegaron a este país junto al equipo de apoyo a la misión argentina, que depende del arzobispado de Buenos Aires, y trabajan actualmente en el desarrollo y la capacitación, aunque también atienden casos de amenaza a la seguridad alimentaria y sanitaria. No olvidaron recordar la necesidad de colaboración que la ONG necesita, e insistieron en que existen diversas formas de colaborar.
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Sara Pizarro, Eduardo Velazco y Mónica Santostasi son tres laicos argentinos que rondan los 50 años de edad y misionan durante sus vacaciones en Macía, una pequeña comuna de Mozambique, donde trabajan por la recuperación y prevención del estado nutricional de los niños y sus madres, para quienes requieren donaciones.

Mozambique es una nación del sureste africano con una gran carencia alimentaria, laboral, educativa y sanitaria. Su esperanza de vida es baja, su mortalidad infantil se encuentra entre las más elevadas del mundo y su índice de desarrollo humano es comparativamente inferior a otros países subdesarrollados.

Mónica Santostasi dialogó con AICA sobre la tarea que realizan y cómo llegaron a este país ubicado a más de 13.000 kilómetros de distancia. "Hasta el 2007 pertenecimos al equipo de apoyo a la misión argentina en Mozambique, que depende del arzobispado de Buenos Aires; en ese momento, el sacerdote responsable dividió el equipo entre quienes continuaron trabajando para el proyecto de niños huérfanos y quienes, como nosotros, trabajaron en el envío de la Súper Sopa". Se trata de un producto enlatado de alto valor nutritivo que elabora la Universidad Nacional de Quilmes.

Luego del segundo envío de Súper Sopa en 2008, Santostasi, Velazco y Pizzaro decidieron continuar colaborando con el Centro de Recuperación Nutricional "Pfuka U Famba", de Macía, y para ello se vieron respaldados por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza.

"Si bien nacimos dentro de un ámbito confesional, nuestro trabajo está guiado por un principio básico y fundamental ?aclaró Santostasi-, y es que toda persona tiene una dimensión trascendente y un valor incalculable en la construcción de la sociedad. Los beneficiarios y colaboradores no necesariamente deben estar dentro del ámbito eclesial, sino que está abierto a todos los hombres y mujeres más allá de su confesión religiosa".

Según consignaron, en Mozambique ya no queda ningún misionero del arzobispado; tan solo existe un equipo que, desde la Argentina, sostiene el antiguo proyecto de niños huérfanos, con quienes por el momento no tienen ninguna relación.

Estrictamente, las tareas que desarrolla "Pfuka U Famba" consisten en ofrecer apoyo nutricional a niños de 0 a 3 años de edad y a madres gestantes o en período de lactancia, realizar tareas de estimulación temprana y capacitar a madres o cuidadores en materia de higiene, salud, alimentación y todo lo referente al desarrollo y cuidado de los niños. Beleka, por su parte, trabaja especialmente en el desarrollo y la capacitación, aunque también atiende casos de amenaza a la seguridad alimentaria, sanitaria o una hambruna o emergencia.

"En este momento estamos enfocados en buscar métodos de capacitación para la prevención y contagio de VIH, Sida y malaria. Además continuamos con la asistencia alimentaria a niños de 0 a 3 años con desnutrición y a niños y niñas huérfanos, y hace ya más de un año que abrimos un curso de costura con salida laboral para las madres y cuidadores que asisten al centro", relató Mónica, quien destacó: "Avanzamos lentamente, pero con paso seguro".

La situación allí y acá
"La mayoría sobrevive gracias a las huertas domésticas cuando el clima es favorable, y así comercializan algunos productos como tomates, papaya, mango o castañas ?contó la voluntaria-. Pero hay que capacitarlos en tareas que sean independientes de la bonanza climática; así podrían asegurarse un pequeño ingreso de dinero con mayor frecuencia".

Ella y Sara son administrativas, mientras que Eduardo es comerciante. Los tres trabajan todo el año y dedican sus vacaciones, que varían entre dos y cuatro semanas al año, para viajar a Mozambique y supervisar los avances de los proyectos. "Lo ideal para hacer un seguimiento más efectivo de los proyectos, sería dos o tres, pero los costos del pasaje son demasiado caros para nuestra economía", informó a esta agencia.

Durante el año se manejan del mismo modo: la recaudación de fondos, los preparativos para viajar y el envío de información periódica a los colaboradores exigen destinar tiempo que le restan al descanso y el esparcimiento, pero según confiesan, "vale la pena". "Para nosotros no es un sacrificio sino un privilegio compartir la vida con nuestros hermanos de Mozambique", relataron emocionados.

El Sida
El 1 de diciembre, en coincidencia con el Día Internacional de Lucha contra el Sida, el Equipo Beleka dio a conocer los resultados de los estudios realizados a 20 madres con sus niños, que en algunas casos eran mellizos.

"Las noticias no son alentadoras ?informaron esa vez-.En el momento de los controles de peso y talla, leímos la ficha de cada uno, y todos padecen esta enfermedad, al igual que sus madres, y los que quedaron huérfanos se encuentran en esa situación por la misma causa".

Tras hablar con la enfermera responsable de las derivaciones del hospital al Centro Pfuka U Famba, conocieron que es muy difícil interponerse si la portante del virus decide abandonar el tratamiento de antirretrovirales.

La resistencia a hacer tratamientos se debe a varios factores: "Además, de pública la situación de contagio y enfermedad, las grandes distancias entre la vivienda y el hospital, el tener que descuidar la huerta doméstica y el cuidado de otros hijos, y la falta de medios económicos para trasladarse y ausentarse del hogar casi un día entero juegan en contra".

En este problema y en otros se va a centrar el trabajo de aquí en adelante, dieron a conocer los voluntarios. "No va a ser fácil, pero tampoco imposible", estimaron.

Ayuda
Los tres misioneros no olvidaron recordar la necesidad de colaboración que la ONG necesita. En la proyección de la organización está el comenzar un plan de alfabetización para adultos, realizar alimentos en conserva, enseñar panadería, otorgar becas de estudio y desarrollar sistemas de microcrédito.

Los intesados en colaborar pueden hacerlo a través de depósitos en la Cuenta Corriente Nº 999-44353/0 - BBVA Banco Francés , Misión Mozambique - Arzobispado de Buenos Aires, y transferencias bancarias a CBU 0170 9999 20000004435303, CUIT 30-52764246-5.

También se reciben aportes dinerarios de débito o tarjeta de crédito Visa y MasterCard completando el formulario que aparece en www.beleka.com.ar, o a través del correo info@beleka.com.ar y ayudamozambique@hotmail.com.+