Se trata del templo dedicado a Cristo Rey en la localidad de Falam, diócesis de Hakha, levantado con esfuerzo, sacrificio y recientemente consagrado para atender a la comunidad católica local.
Una vez más, la Custodia de Tierra Santa anima a los cristianos del mundo a participar de esta iniciativa tan necesaria en estos momentos.
Un llamado "breve pero muy sincero y apreciado", expresó el padre Gabriel Romanelli, quien aseguró que "la verdadera paz debe construirse sobre la justicia".
No se permiten celebraciones mixtas entre extranjeros y chinos, e incluso se establece el número de libros que se pueden ingresar del exterior "para uso personal".