"Nadie es inútil, nadie es indigno, cada existencia es un regalo de Dios que debe ser recibido con amor y respeto", afirmó el pontífice en una audiencia en el Vaticano.
Al encontrarse en Roma con los niños de una Clínica de Oncología y Hematología Pediátrica de Polonia, el Papa Francisco los animó a rezar por aquellos que no pueden recibir atención médica.
Basada "en la verdad, el perdón, la libertad y la justicia", pidió el pontífice a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede en su encuentro anual.
En su extenso discurso ante el Cuerpo Diplomático acreeditado ante la Santa Sede también recordó las crisis en Haití, Bolivia, Nicaragua y Colombia.