En el día en que la Iglesia celebra la Jornada Mundial por los Pobres, el pontífice participó del almuerzo con más de 1.200 personas que se congregaron en el Aula Pablo VI.
En la Jornada Mundial de los Pobres, el Papa pidió que "hagamos circular la caridad, compartamos nuestro pan, multipliquemos el amor. La pobreza es un escándalo".
En un nuevo llamamiento por la paz, Francisco recordó a los habitantes de Myanmar, Ucrania, Palestina e Israel, que sufren la violencia de la guerra, que es "siempre una derrota".
En el encuentro,se reiteró la necesidad de que la Iglesia católica en Irak pueda continuar llevando a cabo su misión, garantizando que los cristianos sean "una parte vibrante y activa de la sociedad".