Córdoba: el Servicio Sacerdotal de Urgencia celebró 73 años de entrega y fe
- 22 de octubre, 2025
- Córdoba (AICA)
Fue con una misa celebrada por el arzobispo cordobés Ángel Rossi SJ, en el seminario mayor. El purpurado pidió a la Virgen María que custodie a cada guardián que sale al encuentro de quien sufre.

El seminario mayor de la arquidiócesis de Córdoba fue escenario el 17 de octubre de la celebración de una misa de acción de gracias y reconocimiento por los 73 años del Servicio Sacerdotal de Urgencia (SSU), que fue presidida por el arzobispo de esa jurisdicción eclesiástica, cardenal Ángel Rossi SJ, y concelebrada por varios sacerdotes.
Participaron integrantes de la Guardia Sacerdotal, familiares y miembros de la comunidad, quienes agradecieron a Dios por tantos años de servicio silencioso y fiel.
Durante la ceremonia, se recordó especialmente a los voluntarios que cumplieron 25 y 50 años de servicio, así como a quienes ya descansan en paz.
En su homilía, el cardenal Rossi destacó la importancia de los aniversarios como momentos propicios para agradecer lo recibido, renovar el compromiso con el servicio y abrirse al soplo del Espíritu, e invitó a la comunidad a mirar con gratitud el camino recorrido y a mantener viva la esperanza en el futuro.
El Servicio Sacerdotal de Urgencia nació en Córdoba en 1952, fruto de la fe y la compasión del abogado Armando Sánchez, quien al no encontrar un sacerdote para asistir a su padre enfermo durante la noche, concibió la idea de una "guardia sacerdotal".
Con el apoyo de monseñor Fermín Lafitte, entonces arzobispo de Córdoba, la primera guardia se organizó el 26 de octubre de 1952, solemnidad de Cristo Rey. Desde entonces, cada noche un sacerdote y dos laicos permanecen disponibles para asistir a quienes necesitan los sacramentos o acompañamiento espiritual.
Servicio único en el mundo
Este servicio, gratuito y único en el mundo, se desarrolla entre las 21.30 y las 6 de la mañana, ofreciendo la Unción de los Enfermos, el Santo Viático o la Confesión a quienes lo solicitan.
En 1987, durante su visita a Córdoba, san Juan Pablo II reconoció y alentó esta obra pastoral, destacando que "cada noche, sacerdotes y laicos en vigilante espera se movilizan para atender el llamado de Cristo a través de sus enfermos".
La conmemoración concluyó con un gesto de profundo agradecimiento a todos los que han sostenido esta misión durante más de siete décadas.
El cardenal Rossi pidió a la Virgen María, Madre de la Esperanza, que custodie a cada guardián que, con humildad y coraje, sale al encuentro de quien sufre, manteniendo viva la presencia misericordiosa de la Iglesia que vela de noche por sus hijos más necesitados.+