León XIV invita a aprovechar el verano para el recogimiento y el encuentro fraterno
- 20 de julio, 2025
- Albano (Italia) (AICA)
Desde Albano, el Papa destacó que la escucha y el servicio son esenciales para construir una cultura de paz y comunión. Invitó a usar el verano como tiempo propicio para oración, silencio y compartir.

El papa León XIV presidió la misa del 16º domingo del Tiempo Ordinario en la catedral de Albano, cerca de Castel Gandolfo, donde reside temporalmente desde el 6 de julio, y alentó a los fieles a vivir el verano como una oportunidad de recogimiento, oración y encuentro fraterno.
La misa fue concelebrada por cerca de 80 sacerdotes del lugar, con la participación destacada del cardenal Michael Czerny y del presbítero Manuel Dorantes, director del Centro de Alta Formación Laudato Si'.
Una copia de la antigua imagen de la Virgen de la Rotonda presidió la celebración, recordando el vínculo entre la fe del pueblo y sus raíces. En un gesto emotivo, dos jóvenes del lugar entregaron al Papa una placa con sus escudos, originalmente prevista para el 12 de mayo, cuando debía tomar posesión como cardenal-obispo de Albano, algo que no se concretó por su elección como sucesor de Pedro el 8 de mayo.
En su homilía, el pontífice reflexionó sobre el sentido del servicio y la escucha, a partir de los textos bíblicos del día: el encuentro de Abraham con los tres visitantes (Gn 18, 1-10) y la visita de Jesús a la casa de Marta y María (Lc 10, 38-42). León XIV destacó que "el servicio y la escucha son dos dimensiones gemelas de la acogida", fundamentales para hacer presente a Dios en lo cotidiano.
"La fe se vive en la acción concreta y en la fidelidad a los propios deberes, pero eso sólo cobra sentido si parte del silencio interior, la oración y la atención al Espíritu", señaló. En ese marco, invitó a los fieles a "reservar momentos de silencio donde, en medio de los ruidos y distracciones del mundo, podamos encontrarnos con Dios y unificarnos interiormente".
El Papa subrayó que el tiempo estival, con su ritmo más pausado, es una oportunidad providencial para cultivar la vida espiritual. "Es un momento propicio para dejar atrás el torbellino de compromisos y preocupaciones, y saborear el silencio, la oración, el compartir con los otros", afirmó. León XIV alentó a visitar a familiares y amigos, a escucharse mutuamente y a ofrecer comprensión y compañía: "Todos necesitamos sentirnos amados".
Este compartir, agregó, no sólo fortalece los vínculos personales, sino que siembra semillas de comunión y paz. "Así, en la solidaridad y el compartir de la fe y de la vida, promovemos una cultura de paz", aseguró, subrayando la necesidad de superar divisiones, sanar heridas y construir unidad entre personas, pueblos y religiones.
León XIV reconoció que escuchar y servir no siempre es fácil, ya que implica esfuerzo, renuncias y sacrificios. Pero insistió en que "sólo así se construye algo bueno en la vida; sólo así nacen y crecen relaciones auténticas y sólidas". Y añadió: "Es desde lo cotidiano, desde abajo, que crece el Reino de Dios".
Citando a san Agustín, recordó que "el descanso vendrá, pero se llega a él a través del esfuerzo", e invitó a "conjugar contemplación y acción, descanso y trabajo, silencio y compromiso", siempre guiados por la caridad de Cristo y fortalecidos por su gracia.
Antes de la bendición final, el Papa entregó al obispo de Albano, monseñor Vincenzo Viva, una casulla como signo de comunión con la Iglesia diocesana. +