León XIV: 'Para heredar la vida eterna hay que servir al prójimo'
- 13 de julio, 2025
- Castel Gandolfo (Italila) (AICA)
En el Ángelus, el pontífice recordó que, siguiendo el ejemplo de Jesús, cada uno está llamado a "llevar consuelo y esperanza, especialmente a quienes están desanimados y decepcionados".

Durante el Ángelus, que presidió León XIV desde la Plaza de la Libertad en Castel Gandolfo, el Papa reflexionó sobre la pregunta del Evangelio: "¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?".
El pontífice explicó que la vida eterna es un don de Dios que se recibe como
herencia, no algo que se conquista y precisó que, para obtenerla, es necesario
acoger la voluntad divina, amando a Dios y al prójimo.
"Lo que el corazón del hombre espera se describe como un bien que se 'hereda'. No se trata de conquistarlo por la fuerza, ni de implorarlo como siervos, ni de obtenerlo por contrato. La vida eterna, que sólo Dios puede dar, se transmite al hombre en herencia como de padre a hijo", agregó.
Para recibir este regalo, es necesario acoger la voluntad divina, expresada
en el mandamiento de amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno
mismo. "Jesús es la revelación del verdadero amor hacia Dios y hacia el
hombre", afirmó el Papa.
"Un amor que se da sin poseer, que perdona sin exigir y que socorre sin
abandonar. Cristo, añadió, se ha hecho prójimo de cada ser humano, y por eso
cada persona está llamada a convertirse en prójimo de quienes encuentra en su
camino", afirmó.
"¡Mirémoslo a Él! Jesús es la revelación del verdadero amor hacia Dios y hacia el hombre. Amor que se da y no posee, amor que perdona y no exige, amor que socorre y nunca abandona. En Cristo, Dios se ha hecho prójimo de cada hombre y cada mujer; por eso, cada uno de nosotros puede y debe convertirse en prójimo de quienes encuentra en el camino. Siguiendo el ejemplo de Jesús, Salvador del mundo, también nosotros estamos llamados a llevar consuelo y esperanza, especialmente a quienes están desanimados y decepcionados", profundizó.
El Santo Padre subrayó que vivir eternamente no significa engañar a la
muerte, sino "servir a la vida", cuidando de los demás en el tiempo que
compartimos.
"Esta es la ley suprema, por encima de cualquier norma social, y la que da sentido
a la existencia", sostuvo.
Finalmente, el Papa pidió la intercesión de la Virgen María, Madre de misericordia, para que los fieles puedan acoger en su corazón la voluntad de Dios y convertirse cada día en artífices de paz.+