Lunes 11 de agosto de 2025

Los dominicos concluyen su capítulo general celebrando a Santo Domingo de Guzmán

  • 8 de agosto, 2025
  • Cracovia (Polonia) (AICA)
En la fiesta del santo, el maestro general de la orden, fray Gerard Francisco Timoner III, presidió la misa de clausura del capítulo reunido en Cracovia desde el 19 de julio.
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El Capítulo General de los dominicos, máxima autoridad de la Orden, que reunió a provinciales y viceprovinciales de todo el mundo, concluyó este viernes 8 de agosto, fiesta de Santo Domingo de Guzmán, en Cracovia, Polonia. 

El maestro general de la Orden, fray Gerard Timoner OP, presidió la misa de clausura en la emitieron sus primeros votos los hermanos Wojciech, Marcin, Mariusz, Maciej y Grzegorz, religiosos que terminan su noviciado y también fue ocasión para el envío de los hermanos capitulares a sus provincias.

En su homilía, el maestro general definió a Santo Domingo como "luz de la Iglesia y predicador de la gracia" y agradeció a Dios por la gracia del Capítulo General "celebrado y concluido aquí en Cracovia, lugar donde se encuentran las reliquias de San Jacinto, uno de los primeros frailes de nuestra Orden".


Fray Timoner destacó que "la predicación dominicana lleva la presencia luminosa del Señor y el consuelo de su Madre a un mundo que anhela la luz de la Verdad y el calor del amor misericordioso de Dios", de ahí que invitó a "dar gracias al Señor por el don de la vocación dominicana". 

Al mencionar a los hermanos que hicieron su profesión simple durante la Eucaristía, el maestro general tuvo palabras de agradecimiento al Señor en primer lugar "por sus padres y familiares que fueron sus primeros formadores y su primera comunidad de formación, ya que la Iglesia llama a la familia 'escuela de vida y de amor'", recordó. Del mismo modo agradeció al maestro de novicios y a la comunidad de formación de Sluzew por su acompañamiento fraterno.

Santo Domingo: "Luz de la Iglesia y predicador de la gracia"
Al recordar al fundador de la Orden de Predicadores, en el día de su fiesta, el padre Timoner destacó que "Santo Domingo es luz de la Iglesia y predicador de la gracia" y que se encuentra "entre los santos portadores de la buena nueva ya que dedicó toda su vida a la predicación del Evangelio, 'a tiempo y a destiempo, con toda paciencia y doctrina'".

"Santo Domingo es Lumen ecclesiae porque toda su vida estuvo orientada hacia Cristo, Lumen gentium. Como luz, Domingo se asemeja más a la luna que al sol. Jesús es la única luz verdadera del mundo y, al igual que todos los que hemos sido bautizados en Cristo, Domingo solo refleja la luz de Cristo". 


Y añadió: "Domingo es brillante Lumen ecclesiae, porque toda su vida estuvo orientada y 'expuesta' a Cristo; no hubo nada que bloquease la luz de Cristo, de manera que Domingo reflejó esta luz de la forma más plena y brillante. Afortunadamente, Domingo no se guardó para sí la chispa de la inspiración divina, sino que fundó una Orden de Predicadores, una orden de hombres y mujeres dedicados al estudio de la verdad, a la predicación de la gracia y a la construcción de comunidades, especialmente la Iglesia".

Signos de esperanza al final de capítulo general
El maestro general concluyó refiriéndose al capítulo general que hoy concluyen y de cara al futuro aseguró: "Si alguien me preguntara si soy optimista respecto a la Orden al concluir nuestro capítulo general, mi respuesta inmediata sería: 'No soy optimista en absoluto, ¡pero tengo mucha esperanza!'". 

Y afirmó luego "la esperanza se basa en la certeza de que Dios nunca nos abandonará", de ahí que destacó que "hay muchos signos de esperanza a nuestro alrededor, en nuestras provincias, en nuestras comunidades".

"La Iglesia -concluyó- nos llama a ser peregrinos de la Esperanza. Nuestro himno a Domingo es un canto de esperanza, "¡O Spem Miram!". Dios es la maravillosa esperanza prometida por Domingo, nuestra compañía constante en la santa empresa de difundir y hacer crecer la Palabra de Dios por todas las tierras, allende los mares y más allá de los horizontes de lo que vemos. Cristo entre nosotros, Cristo en nosotros, Él es nuestra esperanza de gloria".+