Martes 11 de noviembre de 2025

Mons. García Cuerva: 'Pidamos a Dios que nos sacuda un poco'

  • 11 de noviembre, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires invitó a revisar la vida personal y comunitaria en la fiesta de la basílica de San Juan de Letrán, para derribar apariencias, luchas de poder y comodidades en la Iglesia.
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En la celebración de la fiesta de la dedicación de la basílica de San Juan de Letrán, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, reflexionó sobre el sentido profundo de esta solemnidad, invitando a los fieles a mirar la propia vida y las comunidades eclesiales a la luz del Evangelio.

Recordó que la basílica de Letrán, considerada "cabeza y madre de todas las iglesias", es la catedral del Obispo de Roma y símbolo de la unidad de la Iglesia. Fue construida en el siglo IV por orden del emperador Constantino, tras el Edicto de Milán, que puso fin a las persecuciones contra los cristianos y permitió celebrar la fe públicamente. "Fue la Iglesia donde los cristianos, terminadas las persecuciones, pudieron convocarse y celebrar su fe", explicó.

Sin embargo, subrayó que esta conmemoración "no puede quedarse solo en la historia", sino que debe llevar a una reflexión personal y comunitaria: "Las lecturas de hoy nos interpelan en el hoy y nos invitan a pensar en nuestra propia vida de Iglesia".

Templo, Iglesia y vida
Monseñor García Cuerva comentó las tres lecturas del día, destacando en primer lugar la visión del profeta Ezequiel sobre el torrente de agua que brota del templo: "El agua es símbolo de fecundidad y de vida. Esta Iglesia quiere transmitir la vida de Dios a todos los hombres, y por eso esa agua es imparable".

En la segunda lectura, san Pablo recuerda a los fieles: "Ustedes son el edificio de Dios, ustedes son templo del Espíritu Santo." El arzobispo se preguntó entonces: "¿Cómo nos tratamos si cada uno de nosotros es templo de Dios? ¿Tenemos conciencia de que nuestros cuerpos están consagrados a Él?". Y añadió: "Cuánta violencia, cuánta descalificación, cuánta guerra, porque no tenemos en cuenta esto que nos dice san Pablo: el templo de Dios es sagrado y ustedes son ese templo".

También invitó a examinar los cimientos de la vida cristiana: "¿Cuál es el fundamento de nuestra vida? ¿Es verdaderamente Cristo, o hemos construido sobre arena?".

Comentando el Evangelio, en el que Jesús expulsa a los mercaderes del templo, García Cuerva propuso una lectura actual: "Si Jesús viniera hoy a nuestras comunidades, ¿qué nos pediría que saquemos, que derribemos, que echemos?". Y respondió con sinceridad pastoral: "Quizás no tenemos bueyes ni monedas, pero sí apariencias, luchas de poder, comodidad, y ese 'siempre se hizo así' que nos inmoviliza. A veces convertimos la Iglesia en una aduana, y no en un hospital de campaña, como tantas veces nos recordó el Papa Francisco."

Por eso, el arzobispo invitó a una renovación interior y comunitaria: "Pidamos a Dios con su Espíritu que también nos sacuda un poco."

Finalmente, expresó su gratitud por la historia de fe que une a los cristianos desde la consagración de la basílica de Letrán en el año 324 hasta hoy, y concluyó con una oración por los más vulnerables: "Recemos por todas aquellas personas, templos del Espíritu, violentados en su dignidad, excluidos, marginados, maltratados. Que encuentren en nosotros una mano solidaria y tierna, porque en cada uno de ellos vive el Espíritu de Dios".+