El obispo castrense de la Argentina compartió con gozo la noticia sobre la pronta beatificación del venerable siervo de Dios, a quien calificó de "un pastor de nuestra Argentina".
El obispo de San Francisco reflexiona sobre la hipocresía, y asegura que el reconocernos iguales y hermanos nos precave de subirnos al pedestal: "Es una cuestión de actitud".
El arzobispo porteño apeló a palabras del Papa sobre el carrerismo y el clericalismo, que pueden aplicarse a cualquier ámbito, recordando un dicho popular: "Al que le quepa el sayo, que se lo ponga".
El obispo recordó que Jesús enfrenta las mentiras o las "falsas verdades, para poder iluminar al pueblo y pidiéndole que se anime a vivir a fondo la verdad del Evangelio que Él predica".