El arzobispo emérito de Corrientes recordó que la solemnidad de la Santísima Trinidad se constituye en "la fiesta patronal del sagrado Templo, edificado en cada bautizado".
El arzobispo emérito de Corrientes afirmó que "el perdón de los pecados supone la infusión del Espíritu, que, desde el Misterio Trinitario, realiza su obra de perdón y santidad".
"Únicamente por la fe es posible trascender aquellos signos y reconocerlo a Él, realmente presente", recordó el arzobispo emérito en su sugerencia para la homilía de la Ascensión del Señor.
"Es el mandamiento principal y es preciso introducirlo en nuestra mente y corazón. De esa manera le otorgaremos la centralidad que le corresponde", aseguró el arzobispo emérito de Corrientes.