Jueves 25 de abril de 2024

Arzobispo ecuatoriano renuncia a todo para ingresar a un monasterio trapense

  • 25 de septiembre, 2018
  • Portoviejo (Ecuador)
El pasado 14 de septiembre, monseñor Lorenzo Voltolini, arzobispo de Portoviejo, Ecuador, anunciaba en una rueda de prensa que tuvo lugar en la curia arzobispal, que dejaba el cuidado pastoral de la diócesis para ingresar al monasterio trapense Santa María del Paraíso en Salcedo, provincia de Cotopaxi, luego de que el Santo Padre Francisco aceptase su renuncia, que presentó el pasado julio.
Doná a AICA.org
El pasado 14 de septiembre, monseñor Lorenzo Voltolini, arzobispo de Portoviejo, Ecuador, anunciaba en una rueda de prensa que tuvo lugar en la curia arzobispal, que dejaba el cuidado pastoral de la diócesis para ingresar al monasterio trapense Santa María del Paraíso en Salcedo, provincia de Cotopaxi, luego de que el Santo Padre Francisco aceptase su renuncia, que presentó el pasado julio.

"Me siento bastante cansado espiritualmente, y pienso que muchos lo han notado, sobre todo después del terremoto de 2016, que convulsionó el ritmo de mi vida y la de toda la arquidiócesis de Portoviejo. Pienso que es sabio dejar a otro más joven y capaz de administrar una Iglesia local en crisis positiva de crecimiento", expresa el futuro monje trapense en un mensaje dirigido a sus amigos.

Monseñor Voltolini relató que desde el 2007 frecuenta cada año el monasterio, situado cerca de la parroquia de Latacunga, donde fue párroco varios años.

Fue en 2014 cuando el prelado ecuatoriano presentó formalmente al abad del monasterio su pedido de ser aceptado, no como huésped sino como miembro de la comunidad, según explicó el mismo monseñor Voltolini en la carta a sus amigos.

En la misiva explica que cuando presentó su renuncia al Santo Padre le informó de este hecho y que él le concedió esta gracia. Su ingreso al monasterio ocurrirá el próximo noviembre.

"Espero poder visitar Italia, antes de entrar al noviciado, después del postulantado, para despedirme de todos porque no sé si, una vez hecho monje -sin dejar de ser obispo, naturalmente-, podré volver a Italia", es uno de los deseos que expresa el futuro monje.

Monseñor Voltolini es consciente de la importancia de la vida de oración, por eso también su decisión de dejar su cargo pastoral en la arquidiócesis de Portoviejo y optar por la vida monástica: "Cuando vine al Ecuador no pensaba absolutamente en el monasterio, porque nunca había estado viviendo en uno. Sin embargo la vida misionera y la de obispo me han hecho entender que, sin la oración y una vida interior profunda, la Iglesia no progresa ni sobrevive".

"Ahora estaré a disposición de todos, más que cuando párroco u obispo, porque en la vida contemplativa podré llegar a todos en el Señor con un auxilio que les refrescará a ustedes en la fe y me preparará a mí al encuentro con Dios para siempre", añade en el mensaje.

Monseñor Lorenzo Voltolini nació en Poncarale, municipio italiano situado en la Región de Lombardía, el 20 de mayo de 1948. Respondiendo el llamado de Dios a la vocación sacerdotal, ingresó al Seminario Menor de Brescia. Fue ordenado sacerdote el 15 de junio de 1974, ejerciendo su ministerio presbiteral primero como vicario parroquial en Passirano, luego en la diócesis de Latacunga en Ecuador, donde en 1979 fue enviado como misionero. Allí fue vicario parroquial de la catedral metropolitana y luego párroco en la iglesia de la Santísima Trinidad de La Laguna.

En 1993 el papa san Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de la arquidiócesis de Portoviejo, y obispo titular de Bisuldino. Su consagración episcopal ocurrió el 12 de enero de 1994.

En 2005 fue nombrado presidente el Comité de Liturgia del Celam; y el 6 de agosto de 2007, nombrado por el papa Benedicto XVI arzobispo metropolitano de Portoviejo, cargo pastoral que ejerció hasta el 14 de septiembre de 2018. En 2016 también había sido nombrado por el papa Francisco miembro de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. +