El obispo de San Francisco recuerda que una sincera conversión a Dios supone tratar bien a los demás: "Nuestra mayor riqueza es ser solidarios, justos y no abusar del poder".
"Contemplamos su rostro y sus ojos, sus manos y su manto; pero no dejamos de mirar sus pies descalzos, tan cerquita de los nuestros y de nuestras luchas cotidianas", dijo el obispo de San Francisco.
Comenzará el domingo 29 de diciembre a las 20, con una misa que el obispo presidirá en la catedral local. Se detallaron además los templos jubilares en los que se podrán obtener indulgencias.
En la fiesta de Cristo Rey, el obispo de San Francisco reflexiona sobre la realeza de Jesús y la Verdad que atestigua, "la que más anhela el corazón humano, la más concreta, urgente y decisiva".