El arzobispo porteño, Mons. García Cuerva, encabezó el recorrido. Participaron numerosas familias y fieles de todas las edades, que recorrieron las 14 estaciones a lo largo de la Avenida de Mayo.
En la Misa Crismal, el arzobispo de Buenos Aires animó al clero a la unidad y a recobrar la audacia y la creatividad apostólica en este presente "desafiante". Peregrinación jubilar de los sacerdotes.
Fue el llamado que hizo el arzobispo de Buenos Aires en la misa del Domingo de Ramos. "Hay veces en que nos hace falta esperar con la esperanza de los amigos", expresó en la homilía.
"Que podamos, cada uno de nosotros, experimentar el amor de Dios, dejarnos perdonar y acariciar por Él y ser mucho más buenos entre nosotros", pidió el arzobispo de Buenos Aires.