'Los animo a rezar el Rosario y a imitar a los nuevos santos', pidió el Papa
- 20 de octubre, 2025
- Ciudad del Vaticano (AICA)
León XIV se dirigió a los peregrinos que acudieron a Roma para la reciente canonización, describiendo a los nuevos santos como signos de esperanza y ejemplo para todos los fieles.

"Los nuevos santos son para nosotros un signo de esperanza, pues ofrecieron su vida por amor a Cristo y a sus hermanos, afirmó el papa León XIV al reunirse con los peregrinos que acudieron a Roma para la canonización de los siete nuevos santos que tuvo lugar el domingo 19 de octubre en la Plaza de San Pedro.
Al recibir este lunes, en el Aula Pablo VI, a los que acudieron para la canonización de los mártires Pedro To Rot y el obispo Ignacio Choukrallah Maloyan, las monjas María Troncatti, Vincenza María Poloni y Carmen Rendiles Martínez, y los laicos Bartolo Longo y José Gregorio Hernández Cisneros, el pontífice mencionó a San Bartolomé Longo, y los animó con entusiasmo a rezar el rosario.
"Contemplando los misterios de Cristo a través de los ojos de María, día a día asimilamos el Evangelio y aprendemos a practicarlo", afirmó el Santo Padre.
León XIV recordó que el, 'apóstol del Rosario' y fundador del santuario de Pompeya, experimentó una profunda transformación en su vida. "Convertido de una vida alejada de Dios, dedicó todas sus energías a obras de misericordia corporal y espiritual, promoviendo la fe en Cristo y el amor a María a través del amor a los huérfanos, los pobres y los desesperados".
El primer santo papú, defensor de la fe y del matrimonio
Dirigiéndose a los peregrinos de Papúa Nueva Guinea, el pontífice los animó a imitar a San Pedro To Rota, el primer papú en ser santo. Fue, dijo, un ejemplo inspirador de firmeza y fortaleza al proclamar el Evangelio frente a las dificultades y la amenaza de persecución. Como catequista, continuó su ministerio apostólico a pesar de ser proscrito por la ocupación japonesa. Defendió firmemente la santidad del matrimonio cuando se restableció la poligamia.
"Como San Pedro To Rot, defendamos las verdades de la fe", exhortó el Papa. Citando sus palabras, pronunciadas durante la persecución: "Son tiempos muy difíciles para nosotros, y todos tenemos miedo. Pero Dios, nuestro Padre, está con nosotros y nos cuida. Debemos orar y pedirle que esté siempre con nosotros".
El pontífice pidió a todos que se dejaran llevar por el ejemplo de San Pedro To Rota para animarlos a "defender las verdades de la fe, incluso a costa del sacrificio personal, y a confiarnos continuamente a Dios en nuestras pruebas".
Le ofrecieron la libertad a cambio de su fe, él eligió al Señor
El Santo Padre también habló de la heroica fidelidad en medio de la persecución en su discurso a los armenios que acudieron a Roma para la canonización del obispo Ignacio Maloyan, fallecido durante el genocidio armenio de 1915. Destacó que fue un pastor según el corazón de Cristo y que, en momentos de gran dificultad, no abandonó al pueblo que le fue confiado, sino que lo animó a perseverar en su fe. Cuando se le pidió que renunciara a su fe a cambio de la libertad, no dudó en elegir a su Señor, incluso a costa de su vida. "Esto me hace pensar con ternura", dijo León XIV, "en el pueblo armenio que talla una cruz en piedra como signo de su fe, fuerte y sólida como una roca".
Los dos primeros santos venezolanos
El Santo Padre habló luego de los dos nuevos santos venezolanos: José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles. "Signos de esperanza para el pueblo venezolano, que durante años ha cultivado una profunda devoción a estas dos figuras ejemplares de santidad. La fe y la esperanza marcaron su misión".
"Dios estuvo presente en sus vidas y las transformó, dijo León XIV, haciendo de la simple existencia de una persona normal, como cualquiera de nosotros, una lámpara que, cada día, iluminaba a todos con una nueva luz".
Observando a estas dos grandes figuras, explicó el Santo Padre, "vemos en ellos sobre todo personas muy parecidas a nosotros, que han vivido problemas que no nos son ajenos y que nosotros mismos podemos afrontar como ellos lo hicieron, siguiendo su ejemplo".
"Quien vive a mi lado, como yo, como ellos, está llamado a la misma santidad, por eso debo considerarlo sobre todo como un hermano a quien respetar y amar, compartiendo el camino de la existencia, sosteniéndonos en las dificultades y construyendo juntos el reino de Dios con alegría".
Hermana María Troncatti
Para concluir, el Obispo de Roma invitó también a alabar al Señor por la hermana María Troncatti, quien dedicó su vida al servicio de los pueblos indígenas de Ecuador. "Combinando su experiencia médica con su pasión por Cristo", la generosa misionera "cuidó de las extremidades y los corazones de quienes asistía con el amor y la fuerza que encontraba en la fe y la oración".
La obra de la religiosa italiana, Hija de María Auxiliadora (HMA), sigue siendo "un ejemplo de caridad que no se rinde ante las dificultades", sino que, como dijo el Papa, "las transforma en oportunidades para entregarse libre y totalmente".+