Sus integrantes elevaron sus oraciones y abogaron por una "solidaridad afectiva y efectiva", que se transforme en acciones de "concientización" sobre los fenómenos climáticos.
El arzobispo de Santa María y presidente de la región Sur 3 de la Conferencia Episcopal Brasilera (CNBB), Mons. Brustolin, comparte su sentimiento ante el empeoramiento de la situación.
Francisco manifestó su cercanía con las poblaciones seriamente afectadas por la subida de las aguas en el estado de Río Grande do Sul, que provocaron ya 55 muertos, 74 desaparecidos y 107 heridos.
Francisco reza por las víctimas de las guerras en el mundo y por las de las inundaciones en Kenia, y lamenta que las inversiones más rentables sea las vinculadas a la industria armamentística.