"Para llegar a la Navidad, empequeñecernos, arrodillarnos, achicarnos, para encontrarnos con el Niñito Jesús en el portal de Belén", propuso el arzobispo de Buenos Aires en su predicación semanal.
En su reflexión semanal, el obispo de San Francisco asegura que allí donde el cristianismo echa raíces se convierte en motor de esperanza, porque la fe en Jesús hace mirar hacia delante.
"Un nuevo comienzo institucional nos obliga a pedirle a Dios que ayude a las personas que tienen a su cargo una responsabilidad, para que el país pueda florecer", sugirió el arzobispo de Mendoza.
El arzobispo de Buenos Aires animó a mirar al Niño Jesús en el pesebre para que su sonrisa y su nacimiento sean motivo de alegría; y llamó a compartir esa alegría entre todos.